martes, 28 de julio de 2020


Nada



Por: Mauricio Sebastián Guerra Aguilar



Obra gráfica:
Isis samaniego y Valencia
“Nada importa, hace mucho que lo sé. Así que no merece la pena hacer nada. Eso acabo de descubrirlo”. (Teller, 2006), esta es la frase que compone el primer capítulo de la novela “Nada”, escrita por Janne Teller, y es con esta frase que se definirá el “problema” principal que se irá tratando a lo largo de la trama: lo absurdo de la existencia y la carencia de un significado real en la misma. Aquí se nos cuenta la historia de un grupo de jóvenes, presuntamente de secundaria, quienes sufren un cambio repentino en su manera de ver el mundo al momento en el que uno de sus compañeros, Pierre Anthon, decide exponer una verdad que nos rodea a todos, pero que muy pocos tienen el valor de admitir: no importa qué tanto hagas a lo largo de tu vida, no importa el dolor, tus buenos o malos actos, al final todo desaparece y no quedará rastro o evidencia alguna, así que ¿para qué desgastarse?
El significado fue puesto en duda en este momento para todos los compañeros, y es tanto el valor que le atribuimos a un significado de la vida que, el haberles arrebatado la ilusión de significado causó un efecto devastador dentro de sus mentes. Siguiendo la corriente psicoanalítica de Lacan, en donde se postula que el mundo lo entendemos solamente a través del otro, es decir, que “el inconsciente es el discurso del otro”, esto presenta un gran problema para los protagonistas, ya que ellos no quieren permitirse aceptar esta nueva realidad que les había sido presentada, ellos “iban a convertirse en algo, iban a ser alguien”.
Continuando bajo la misma corriente de pensamiento, podemos afirmar que cada uno de nosotros nos constituimos de la manera en la que lo hacemos partiendo de lo que vemos en todo aquello que nos rodea, si existe un “yo” es porque hay un “otro”, ¿pero qué sucede si este “otro” provoca una disrupción de nivel existencial en su entorno? ¿A caso esto implica que el “yo” tendrá que verse sometido por ello? ¿O es posible disociar nuestra realidad de la del otro?
Estas preguntas podrían tener un sinfín de respuestas, y probablemente sean correctas dependiendo del contexto o el sujeto del que se esté tratando; sin embargo, en este caso, haciendo referencia al grupo de estudiantes que protagoniza esta novela, podemos ver de manera muy clara como el “otro” ejerce una gran presión dentro del “yo” a nivel de significación, ya que es a partir de lo planteado por Pierre Anthon que estos estudiantes comienzan a cuestionarse, de manera inconsciente, si realmente existe un sentido en todo lo que hacemos. Y digo “de manera inconsciente” porque están tan determinados de convencerse de que existe el significado, porque lo buscan en las cosas más banales tanto como significativas de su vida, pero sin realmente darse cuenta que todos aquellos objetos y símbolos tienen significado porque ellos mismos decidieron establecerlo así.
Lacan propone una visión en la que el sujeto encuentra la sensación de autorrealización por medio del otro, y esto también se hace muy presente en la trama, esta búsqueda de significado parte de la insistencia por parte de los estudiantes por demostrar a Pierre Anthon que hay cosas que valen la pena, ya que no soportan que dicho personaje les recuerde día a día todo aquello que compone lo absurdo de la vida, como la mayor parte de nuestra vida nos la pasamos preparándonos para después pasársela trabajando sin dar tiempo para que disfrutemos realmente lo que nos rodea, al menos no de manera detenida y totalmente honesta, como debería de ser.
A lo largo de la trama, y de la manera en la que se desenvuelven los protagonistas, podemos ver también gran parte del porqué se vieron tan impactados por la revelación que su compañero hizo, ya que dentro de su espacio social existen las convenciones que por años han caracterizado nuestro modo de pensar y vivir en sociedad: debes casarte, debes tener un trabajo, debes formar parte de una religión, debes de honorar a tu nación, etc. Todas estas son cosas que cuentan ya con un alto peso cultural dentro de nuestra realidad y que han determinado las relaciones sociales así como los roles de poder. Y es tan cómodo para algunos vivir dentro de estos ideales que ni siquiera se dan cuenta de todo lo que implica, como lo puede ser la pérdida total de una identidad propia, todo está constituido con base en lo que se ve en el exterior, hay una estructura ya impuesta y se debe respetar.
La búsqueda comienza de manera muy inocente, primero los compañeros comienzan requiriendo objetos físicos, cosas que cada uno ha llegado a tener en gran estima, pueden ser un par de sandalias, una colección de libros o una bicicleta. Sin embargo, dentro de la construcción de significado interna por la que cada uno de los protagonistas está pasando, el deshacerse de estos bienes materiales supone un dolor muy inmenso dentro de sus almas, por lo que, poco a poco, van subiendo el nivel de “significado” dentro de las cosas que piden. Dentro de estos significantes vemos representadas varias cosas, mientras que en los primeros podemos ver solamente lo que es el valor monetario o de dinero, después se ve plasmado el significado que la religión puede tener dentro de la vida de las personas, al momento en el que uno de los compañeros entrega un tapete de rezos, así como el significado que se nos impone al hacernos creer que pertenecemos a determinada patria, utilizando una bandera nacional.

Dentro de todo este montón de significados, el punto máximo llega en el momento en el que se debe desenterrar el ataúd del hermano fallecido de una de las compañeras, ya que es aquí donde el valor de la vida se vería plasmado, y es a partir de esto que todo se sale de control, ya que no puede agregarse algún tipo de significado menor que fuera el mismo valor de la vida. Una estructura ya había sido creada, y si uno de los elementos que se fuera a agregar a dicha estructura no cumplía con lo establecido, la estructura fracasaría, por lo que el significado se vería comprometido. Los sucesos que siguen después de este hecho son bastante explícitos con relación a lo que se había presentado anteriormente dentro del relato, pero es aquí donde podemos ver cómo la búsqueda del significado nos condiciona en gran manera, pero solamente si vemos representado el absurdo de todo esto en otro.
Como conclusión, dentro de esta novela se hacen presentes un sinfín de procesos de significación, sin embargo no todos están dispuestos de manera explícita, más bien parten de realizar un análisis sobre cómo se desarrollan los personajes, qué posturas tienen o de qué manera expresan la frustración al ver que aquellas cosas que para ellos tienen significado les son quitadas. La búsqueda del significado de la vida siempre será una cuestión que pondrá al ser en una posición poco favorable, ya que realmente muy pocas veces se dará con un resultado concreto, pero en realidad, uno debe de aceptar que es en esta falta de significado en donde el verdadero significado se encuentra, ya que es uno mismo quién, después de ver el mundo exterior reflejándose en sí mismo, sabrá qué significado quiere darle a su vida, y será tan libre de cambiarlo como le plazca.

Referencias:

        Grupo Akal. (2017). Jacques Lacan para principiantes. El inconsciente es el discurso del «otro». [Mensaje en un blog]. Recuperado de: http://www.nocierreslosojos.com/jacques-lacan-principiantes-inconsciente-discurso-otro/


        Teller, J. (2000). Nada. Dinamarca. Editorial Seix Barral.





jueves, 16 de julio de 2020


Margaritas en la noche


 Por: Yessika María Rengifo Castillo[1]


Vientos profundos
acariciaron las ventanas
que cantan los recuerdos
de las mañanas.


La mesa vacía
entona el eco de tus sonrisas
que endulza mi vida.


Margaritas en la noche
pintan los soles
perdidos en tu aroma
que canta nuestras sabanas
estrella mía.



[1] Yessika María Rengifo Castillo. Poeta, narradora, articulista, e investigadora. Docente, colombiana. Licenciada en Humanidades y Lengua Castellana, especialista en Infancia, Cultura y Desarrollo, y Magister en Infancia y Cultura de la Universidad Distrital Francisco José De Caldas, Bogotá, Colombia. Desde niña ha sido una apasionada por los procesos de lecto-escritura, ha publicado para las revistas Infancias Imágenes, Plumilla Educativa, Interamericana De Investigación, Educación, Pedagogía, Escribanía, Proyecto Sherezade, Monolito, Perígrafo, Sueños de Papel, Sombra del Aire, Plumilla y Tintero, Chubasco en Primavera, Íkaro, Grifo, La Poesía Alcanza Para Todos, Ibídem, Narratorio, Piedra Papel & Tijeras, Extrañas Noches, Cadejo, Microscopías, Psicoactiva, Ágora, Con voz  Propia, Un Mar de Letras, Cheshire, Luke, Revolución. Net, entre otros. Autora del poemario: Palabras en la distancia (2015), y los libros El silencio y otras historias, y Luciana y algo más que contar, en el librototal.com. Recientemente ha publicado su tercer y cuarto libro: La espera bajo el sello editorial Historias Pulp, y Entre Causas y Otras Causas en la casa editorial Letroides. Además, recientemente publicó bajo el sello Gazeta el libro: A los niños les cuentan.  Ganadora del I Concurso Internacional Literario de Minipoemas Recuerda, 2017 con la obra: No te recuerdo, Amanda.

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