sábado, 19 de enero de 2019


De qué hablamos cuando hablamos de Nuevos escenarios mediáticos

Por: Óscar Álvarez Valera[1]


Se denomina Digitalización al proceso de transición de medios analógicos a digitales. En México sufrimos recientemente de este proceso con el cambio de la recepción de canales de la señal de televisión abierta, si bien, es verdad que nos dieron más y nuevos canales, también es verdad que las empresas que siempre han sido dominantes en este sector lo siguen siendo, al menos esta vez podemos presumir de tener más opciones para poder entretenernos “sanamente”.
Lev Manovich sitúa a los nuevos medios como una convergencia que se dio a través de la historia gracias a la informática y la mediática, desde la máquina analítica de Badagge, diseñada para facilitar las operaciones matemáticas; hasta las computadoras cuánticas que, gracias a la superposición, un comportamiento físico particular, esta nueva computación puede resolver problemas que ni toda la memoria de computación convencional podría solucionar al día de hoy, partiendo también desde el Daguerrotipo creado en 1893 hasta llegar a poder reproducir películas desde nuestros dispositivos y reproducirlos en nuestra pantalla o computadora con tan sólo deslizar el contenido desde la pantalla de nuestro dispositivo móvil.
El mismo Manovich propone 5 principios para los nuevos medios:
1.         Representación numérica. Propone que los nuevos medios se componen por un código digital que puede ser sometido a manipulación algorítmica, de esta manera los medios se vuelven programables.
2.         Modularidad. Está compuesta por elementos que se pueden aislar, cada una de las partes es independiente y pueden componerse por otras más pequeñas.  
3.         Automatización. Permite automatizar algunas operaciones implicadas en la creación, manipulación y acceso a los nuevos medios, también ayuda a acceder de forma rápida y organizada a una gran cantidad de información, implica creación, almacenamiento y recuperación.
4.         Variabilidad. Los objetos de los nuevos medios se encuentran en permanente construcción, puede existir una infinidad de versiones de estos, mayor personalización, dinamismo y distribución.
5.         Transcodificación. En esta parte, podríamos pensar en los nuevos medios como dos capas paralelas que funcionan juntas: la cultura y la información, intercambiando de formatos, lenguaje e incluso ideas una con la otra.
Sin analizarlo de más, los nuevos medios nos facilitan la vida, incluso, ya saben más que tú mismo qué es lo que quieres ver, cuál es tu estado de ánimo e incluso qué se te antoja para comer, lo bueno que esto lo hacen de una manera desinteresada, sin ningún motivo extra, sin ninguna intención de control, ¿verdad?
Zygmunt Bauman era sociólogo, él había acuñado los conceptos de modernidad líquida, sociedad líquida o amor líquido para definir el actual momento de la historia en el que las realidades sólidas de nuestros abuelos, como el trabajo y el matrimonio para toda la vida, se han desvanecido. Y han dado paso a un mundo más precario, provisional, ansioso de novedades y, con frecuencia, agotador. 
Para Bauman, la mayor preocupación de nuestra vida social e individual actualmente es cómo prevenir que las cosas se queden fijas, que sean tan sólidas que no puedan cambiar en el futuro. No creemos que haya soluciones definitivas y no sólo eso: no nos gustan.
En la actualidad, tenemos la oportunidad de estar en nuestra cama y usar un servicio que te trae la comida que quieras hasta la comodidad de tu puerta, podemos comprar ropa, videojuegos, calzado, libros, discos… sin necesidad de acudir al supermercado. La empresa de transporte más usada no tiene ni un auto, la tienda virtual que más vende no posee ningún artículo.
Así como la sociedad va evolucionando, los medios de producción y los escenarios mediáticos también lo van haciendo, es algo que necesitamos, ¿o no?
Cuando la tecnología nos da algo nuevo los precios también los son, el dispositivo no podrá ser muy diferente, pero el precio vaya que lo es, y mientras más avances hay, mas elevados son los costos. Pareciéramos estar atrapados en un bucle en el que tenemos que trabajar cada vez más para obtener los gadgets más avanzados, la ropa más fina, el auto más rápido y lujoso, beber en el antro de moda, comer en el restaurante nuevo de la ciudad.
Cada vez nos vamos despersonalizando un poco más, con el afán de pertenecer y ser aceptado en cierto grupo social, nos preocupamos más en tener y aparentar que en disfrutar. A nosotros no nos conviene, pero seguramente a los dueños del restaurante, al dueño de la compañía de carros, al de los aparatos electrónicos más modernos y sofisticados sí. Pero mientras nosotros nos matamos por obtener su simpatía y sus artículos, ellos ni siquiera saben que existimos, solo somos un número más, sumando a su cuenta en el banco.
Entonces, los avances que se van dando no son a nuestro beneficio, sino más bien, a una narrativa de consumismo en la cual estamos inmersos desde que nacemos, y si, adivinaron, hasta por morir nos van a cobrar. 


[1] El presente trabajo es resultado de una actividad de materia de Nuevos Escenarios Mediáticos de la Licenciatura en Comunicación de la FCcom-BUAP, impartida por el Mtro. Hugo Isral López Coronel.