lunes, 28 de julio de 2014

La filosofía marxista del lenguaje, según Jean-Jacques Lecercle
Por: Francisco Hernández Echeverría
Óclesis


Fuente de imagen:
http://www.artpane.com/Books/B1049.htm
El lenguaje ha sido definido de diversas maneras: como un órgano mental, una capacidad cognitiva, un estado de la mente, como un sistema de signos, un procedimiento computacional, como medio de comunicación o un medio de describir la experiencia, entre otros. Todas estas definiciones captan las características vitales del lenguaje, sin embargo, ninguno de ellas es (ni puede ser) completa. Además, se aproximan al lenguaje propuesto por el estructuralismo, el funcionalismo, el generativismo y el cognitivismo (concentrarse únicamente en las escuelas más importantes del pensamiento lingüístico del siglo XX) que en muchos aspectos son incompatibles. Como ha señalado Thomas Kühn, a menudo es imposible comparar las teorías debido a los diferentes usos de las nociones fundamentales, y las diferentes definiciones del lenguaje de hecho proporcionan apoyo a su tesis de la inconmensurabilidad. Por obvias razones, una situación similar se puede observar en la lingüística y, por extensión, en la filosofía del lenguaje, que tradicionalmente se ocupa de la naturaleza subyacente del fenómeno que los lingüistas estudian.
Jean-Jacques Lecercle estudió en la École normale supérieure de Paris. De 1999 a 2002 fue profesor investigador en el Departamento de Inglés en la Universidad de Cardiff. Actualmente es profesor de inglés en la Universidad de Nanterre. Entre sus obras tenemos: Philosophy Through the Looking-Glass: Language, Nonsense, Desire (Problems of Modern European Thought) (1985); The Violence of Language (1990); Philosophy of Nonsense: The Intuitions of Victorian Nonsense Literature (1994); Le dictionnaire et le cri (1995); Interpretation As Pragmatics (Language, Discourse, Society) (1999); Deleuze and Language (2002); L’Emprise des signes: Débat sur l'expérience littéraire (en colaboración con Ronald Shusterman, 2002); Une philosophie du langage marxiste (Una filosofía marxista del lenguaje, París, 2004); The Force of Language (Language, Discourse, Society, en colaboración con Denise Riley, 2005); Badiou and Deleuze Read Literature (2010) y  Architecture and Philosophy: New Perspectives on the Work of Arakawa & Madeline Gins (en colaboración con Francoise Kral y Fran Oise Kral, 2010).
En Una filosofía marxista del lenguaje Lecerque tiene el propósito de dar un significado preciso a la fórmula: “el inglés es la lengua del imperialismo”. Entender esta aseveración implica una serie de nuevas definiciones y reformulaciones, y una crítica vehemente de los dominantes enfoques contemporáneos no marxistas, tanto en el campo de la lingüística (el libro tiene un capítulo criticando el programa de investigación de Chomsky) como en la filosofía del lenguaje (el libro tiene un capítulo evaluando la filosofía de la acción comunicativa de Habermas).
            Para Piotr Stalmaszczyk, el libro de Lecercle “es sin duda provocativo”. Se compone de siete capítulos, una conclusión con glosarios, lista de referencias y un índice. El libro se orienta hacia la construcción de un enfoque marxista tanto del lenguaje como de la filosofía del lenguaje.
Dado que no es común encontrar una fuerte tradición de pensamiento sobre el lenguaje desde el marxismo, Una filosofía marxista del lenguaje ofrece una visión general de la cuestión del marxismo en el lenguaje (desde el folleto de Stalin al libro de Voloshinov, incluyendo un ensayo de Pasolini) para ir construyendo un número de conceptos de la filosofía marxista del lenguaje. El libro pertenece a la tradición de la crítica marxista de las ideologías dominantes. Debe ser especialmente útil para aquellos que, en los campos de estudios de idiomas, literatura y comunicación, han percibido que el lenguaje no es sólo un instrumento de comunicación.
Diferentes vueltas en filosofía del lenguaje fueron motivadas por contemporáneos enfoques formales de lógica y lenguaje (Frege, el primer Wittgenstein, Russell), los estudios de “lenguaje ordinario” (el último Wittgenstein, Austin, Grice, Searle), y, más recientemente, los estudios del lenguaje no-literal, especialmente la metáfora y la ironía (Lingüística Cognitiva, la Teoría de la Relevancia). El enfoque de Lecercle, por otro lado, está motivado ideológicamente. El autor se describe a sí mismo como un “viejo marxista althusseriano, y su filosofía del lenguaje es, sin duda althuseriana, definida como “un instrumento con el cual se trazan líneas de demarcación, como una intervención política en el campo de la lengua”. Este enfoque requiere una redefinición del concepto básico, es decir, el lenguaje mismo, concebido por Lecercle “no como un estable sistema detenido, sino como un sistema de variaciones”, y, sobre todo, como un fenómeno político. En otra parte, también encarna una visión del lenguaje (en marcado contraste con el “órgano mental” de Chomsky) como “una actividad, una práctica”, y un fenómeno histórico, social, material y político. En fin, es un libro que esperamos ver ya publicado en castellano, y que seguramente abrirá nuevas aristas de investigación dignas de abordar y ampliar nuestro panorama en los vericuetos del universo lingüístico.

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