martes, 13 de junio de 2017

Amor de Domingo
Por: Alejandro Barradas De Ita.

Fuente de imagen:

http://www.imgrum.org
Me encontraba en un café, son las 4:15 pm aproximadamente, sentado con mi taza de café  americano, sin azúcar, recuerdo muy bien, aquella tarde, con un sol brillante. Esa tarde me habían invitado a tomar una cerveza en una plaza, mi primo me esperaba, así que me apresuré a terminar con aquella taza.
Tomé transporte hacia aquella plaza, eran las 6:30, yo llegaba, cuando el clima tuvo un cambio brusco, de aquella tarde soleada, pasamos a un cielo nublado, empezaba a caer algunas gotas, yo llegaba a la plaza, mi primo me esperaba en aquella banca, cerca de aquellas carpas donde se encontraban los stands de cerveza artesanal.
Tomé asiento en aquella banca junto a mi primo, lo saludé y me dirigió la palabra, sin embargo, no puse atención, justo en ese momento fue ahí cuando la vi, sentada en aquella silla, recuerdo muy bien, llevaba una blusa color azul cielo, un short de mezclilla y una sudadera negra, recuerdo aquella sonrisa y cabello lacio claro, volteo y no puedo dejar de observarla, mi primo me repite una frase, al fondo escucho su voz, pero no pongo atención, estoy perdido en aquellos ojos claros y sonrisa hermosa, mi primo me repite nuevamente, justo ahí siento una mano en mi hombro, reacciono y ella voltea a verme, yo agacho la mirada, me sonrojo, estoy seguro que se dio cuenta que no dejaba de observarla, distraigo la mirada volteando a ver a mi primo, muevo la cabeza como si afirmara su frase, no sé de qué me habló, tenía que hacer algo, sabía que ella se había percatado que no podía dejar de observarla, me pongo nervioso, ella voltea y me observa, yo bajo la mirada, no sé qué hacer, me pongo a pensar, ¿cuál será su nombre? ¿De dónde será? ¿Le habré llamado la atención? Mi primo me vuelve a hablar, nuevamente no pongo atención, estoy volteando a otro lado, pero sigo pensando en ella.
Mi primo se levanta de la banca, yo voy tras él, no lo puedo dejar, entramos a la carpas y nos quedamos un rato ahí, comienza a llover, la recuerdo a ella aún, no puedo salir a hablarle, el agua está muy fuerte, me preocupa, ella se mojara, no podré ayudarla.
¿Han tenido ese sentimiento de amor a primera vista?, no creía en eso, hasta este momento, mírame, preocupándome por ella, aún sin conocerla, sin saber su nombre, sin saber de dónde es, pero ya me preocupa. Son las 8:25 pm, la lluvia comienza a bajar, salgo de las carpas, me dirijo a la plaza, busco dónde cubrirme, la vuelvo a ver, espero en una esquina, veo cómo ella se apura a recoger su mesa, la observo y pienso nuevamente, ¿le podré interesar?, es una mujer hermosa, no creo ser la persona para ella. La observo, me pongo triste, ella está con un chavo, creo es su novio, él la ayuda a recoger su stand,  veo que se sube a una camioneta, me pongo triste, creo que se irá, se irá, no la volveré a ver, se va sin siquiera haberle preguntado su nombre.
Mi primo me habla, volteo, cambio palabras con él, regreso la mirada a donde se encontraba ella, ya no está, volteo a todos lados, trato de buscarla, pienso, no se pudo haber ido así, no tuve el valor de hablarle.
Han pasado 10 minutos, ya no la encuentro por ningún lado, bajo la mirada, y es ahí cuando algo me dice dentro de mí voltea, reacciona, no quiero levantar la mirada, pero lo hago, ella se encontraba ahí, a unos pasos de mí, tengo la oportunidad de hablarle, nuevamente pienso, ¿será que pueda hacerlo?, ¿le interesaré?, y otra vez me arrepiento, bajo la mirada, ¿por qué no creo en mí? ¿Por qué no puedo hablarle? ¿Qué me pasa?, ella se va, pasa frente a mí, me ve y sonríe, la veo y sonrío, se aleja, ya no puedo hacer nada, es demasiado tarde, la perdí.

Tomo camino a mi casa, solo me queda su recuerdo: su sonrisa. Ella mi amor de domingo, un amor más de domingo, un amor que he dejado ir, llego a casa, vuelvo a pasar un domingo más, solo, en mi cama. 

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