lunes, 16 de enero de 2017

No
                                                                                           
 Por: Miguel Ángel Vargas


Fuente de imagen:
http://necesitodetodos.org
No nos dejan hablar cuando queremos
ni bailarle a la luna en las montañas
no podemos llorar sobre la tierra
porque nacen flores y niñas
hemos perdido los oídos y la boca
para cantar y escuchar secretos
cuando el día está muerto
y la noche es vieja.

(Ya no siento los latidos de la brisa
ya ni el fuego ni el agua nos liberan
no me anima el aliento de las calles
ni el despertar vespertino del humano).

No nos dejan rodar sobre los prados
ni esconder nuestros besos tras arbustos.
La tinta del cielo ya no escribe leyendas sobre los pueblos
y los soñadores pierden su firmamento.

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