lunes, 22 de abril de 2013


La crisis mundial: vigencia de la lucha de clases

Paco Echeverría
Óclesis



Fuente de imagen:
http://www.elciudadano.cl
“Desde hace algunas décadas, la historia de la industria y del comercio no es más que la historia de la rebelión de las fuerzas productivas modernas contra las actuales relaciones de producción, contra las relaciones de propiedad que condicionan la existencia de la burguesía y su dominación. Basta mencionar las crisis comerciales que, con su retorno periódico, plantean, en forma cada vez más amenazante, la cuestión de la existencia de toda la sociedad burguesa. Durante cada crisis comercial, se destruye sistemáticamente no sólo parte considerable de productos elaborados, sino incluso de las mismas fuerzas productivas ya creadas”.
            Con estas palabras, hace 162 años Karl Marx y Friedrich Engels explicaban los fundamentos de la crisis del capitalismo en el “Manifest der Kommunistischen Partei” (Manifiesto del Partido Comunista), aquel documento pragmático de veintitrés folios que inspiró el programa de la Primera Internacional. Verdadero himno que anuncia los principios fundamentales de la teoría de la historia y de la lucha de clases, concepto que pasó a convertirse en el instrumento por excelencia del análisis histórico.
            Bajo tal análisis el Círculo de Trabajadores y la Juventud, el Comité Estudiantil en Defensa de la Educación Pública (CEDEP) y la Tendencia Marxista Militante, organizaron el pasado 10 de junio la conferencia titulada “Crisis y lucha de clases en Europa: La clase obrera griega marca el camino” dictada por Jordi Rosich, destacado miembro del Comité de Redacción del periódico obrero “El Militante” e integrante de la sección española de la Corriente Marxista Revolucionaria (CMR).
            Con un grupo interesado de asistentes y sirviendo de escenario las instalaciones del Posgrado de la Facultad de Derecho de la BUAP, Jordi Rosich comenzó su disertación preguntándose ¿por qué se ha dado una huelga general en Grecia cuando tanto se ha hablado de un período de crecimiento económico sostenido en Europa?
La crisis financiera que está afectando duramente a Europa, reflejada dramáticamente en los casos de España y Grecia, ha gestado una importante movilización de la clase obrera en estos momentos, sin embargo dicha movilización ya se venía manifestando desde antes, tal es el caso de la guerra del Golfo Pérsico en 1991, cuando ocho millones de personas de todas las ciudades de España se movilizaron en una acción netamente antiimperialista, contra aquella guerra que so pretexto de liberar a Kuwait, EE.UU. aprovechó para saquear el petróleo y demás recursos naturales de Irak; asimismo a mediados de esta década grandes movimientos de solidaridad se dieron para protestar contra un derrame de petróleo en las costas de Galicia, que puso en evidencia las privatizaciones que estaba llevando a cabo el gobierno en detrimento de la calidad de vida de la gente de esta zona.
            Según Rosich, el desarrollo sostenido de Europa no fue más que una apariencia, se podría decir que se trató más bien de un verdadero endeudamiento en todos los niveles. Al igual que en Estados Unidos los países europeos han vivido de préstamos, proceso vinculado a la burbuja de precios de las viviendas que atrajo millones de euros acumulados en años de explotación intensiva de la fuerza de trabajo, y que obtuvieron plusvalías muy altas sin tener que pasar por el fastidioso proceso de la inversión productiva. Pero el crédito masivo que generó altos beneficios también dio luz verde a un endeudamiento privado y empresarial sin precedentes que se cubrían con más deudas. Y estas deudas multimillonarias, gracias a la ingeniería financiera, se transformaron en “activos” que cotizaban a la alza de las bolsas a precios arbitrarios. Cuando se revisan los activos, resulta que los precios son artificiales, especulativos, hasta que se salen de control y todo el sistema financiero colapsa, primero fue en Estados Unidos y ahora en Europa, dejando sin empleo a cinco millones de personas durante el primer semestre de 2009.
            Ahora bien esta crisis ha desnudado lo débil que es la Unión Europea, pues la burguesía no ha sido capaz de unificar Europa, puesto que cada burguesía nacional tiene sus particulares intereses por encima de la propia unión. Esto no ha desaparecido —afirma Rosich— del todo en Europa, claro que hay una tendencia a la unión en Europa, pero en fondo existe una fuerte competencia que proviene de la lógica de mercado.
            Bajo este esquema, Europa está tratando de implementar ajustes salvajes que conducen al sacrificio de la educación y la salud pública y mejor se preocupan por el rescate bancario. Esta situación nuevamente desata el fenómeno de la pobreza que a estas fechas ha empezado a acentuarse en los países desarrollados como resultado de esta crisis clásica de producción general capitalista de la que nos hablaba Marx y Engels, aunque la burguesía se empeña en barnizarla de abstracción bajo la milagrosa “mano invisible”, aquélla que hacía que todo volviera a su punto de equilibrio y por ello, desestimaba cualquier intento de intervencionismo estatal.
            Finalmente Rosich afirmó categóricamente que mientras España, Grecia, Alemania o cualquier otro país siga siendo capitalista, la burguesía intentará descargar sobre los hombros de los trabajadores el peso de la crisis, y los problemas para la mayoría de la población seguirán siendo fundamentalmente los mismos. La auténtica disyuntiva es capitalismo o socialismo y esta lucha sólo es posible, hoy más que nunca, con la unidad de la clase obrera de toda Europa para fundar una Federación Socialista de Europa, para demostrar de una vez por todas que la burguesía es completamente incapaz de acabar con el desempleo, mejorar las conquistas en materia de sanidad y educación, y establecer una auténtica igualdad entre las personas.

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