Arnoldo Martínez Verdugo
Por: José Woldenberg
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Fuente de imagen: http://www.contrasteweb.com/clase-politica-mexicana-lamenta-la-muerte-de-martinez-verdugo/ |
De la intensa, compleja y productiva vida de Arnoldo Martínez Verdugo traigo a la memoria las que pienso son sus contribuciones fundamentales en un periodo de transformaciones del Partido Comunista Mexicano y de buena parte de la izquierda. En ese espacio temporal AMV encabezó por lo menos cuatro grandes ideas que sirvieron para remodelar el rostro de la izquierda mexicana. Existe evidencia suficiente para demostrar que por lo menos entre 1968 y 1982 AMV impulsó de manera sistemática y decidida la construcción de una izquierda: a) independiente, b) institucional, c) unificada y d) democrática.
A) Independiente. En 1968 los ejércitos del Pacto de Varsovia invadieron Checoslovaquia. Pusieron fin a la hasta entonces llamada Primavera de Praga. Un intento por inyectarle ciertas dosis de libertad a un sistema de gobierno vertical y opresivo. El "experimento" encabezado por Alexander Dubcek fue ahogado a sangre y fuego. En medio de la Guerra Fría, la Unión Soviética no permitía ningún gesto de independencia de uno de sus países satélites. Y ese clima político e ideológico llevaba, casi de manera inercial, a que izquierdas y derechas se alinearan con sus respectivas potencias imperiales. Lo que hiciera o dejara de hacer la URSS era justificado por las izquierdas para no hacerles el "juego" a los enemigos estratégicos y algo similar sucedía en el polo opuesto.
Pues bien, el
Partido Comunista Mexicano, encabezado por Martínez Verdugo, condenó de manera
contundente esa invasión. Fue un momento culminante de un proceso que tenía
antecedentes. El PCM, si bien seguía manteniendo relaciones de colaboración con
los otros partidos comunistas, no estaba dispuesto a ser un peón acrítico del
Partido Comunista de la Unión Soviética. Si mal no recuerdo, el PCM fue el
único partido comunista de Latinoamérica que asumió esa posición y por supuesto
eso honra al PCM y a AMV.
B) Institucional. Electoral. Luego del impacto del movimiento estudiantil de 1968 y de su paranoica represión, la izquierda independiente mexicana vivió un renacer. En un clima de efervescencia, altamente irritado, proliferaron proyectos de todo tipo: agrarios, obreros, estudiantiles, populares. Se fundaron nuevas publicaciones, aparecieron nuevos partidos y organizaciones que aspiraban a serlo. Se discutían las vías de transformación, las estrategias de lucha, los métodos de trabajo. Son los años en que además se multiplican grupos guerrilleros que asumen que las vías de la política pública y pacífica se encuentran clausuradas.
En ese ambiente,
en 1976, el PCM, encabezado por AMV, lanza la candidatura de Valentín Campa a
la Presidencia de la República. El Partido Comunista no cuenta con registro,
pero el recorrido de Campa por todo el país, apareciendo en auditorios y
plazas, entrando en contacto con trabajadores y estudiantes, campesinos y
activistas, resume una idea: "estamos aquí; somos una fuerza nacional;
tenemos derechos; deseamos participar en las elecciones y eventualmente obtener
cargos de representación". La iniciativa no es comprendida por toda la
izquierda. Recibe fuertes críticas. Pero sin duda, es un antecedente sin el
cual no se puede comprender la reforma política de 1977 que precisamente abrió
las puertas para que corrientes políticas hasta entonces marginadas del mundo
institucional/electoral pudieran incorporarse a él. Sobra decir que no pocos
partidos que en su momento criticaron al PCM y a AMV luego siguieron esa misma
ruta.
C) Unificada. La fuerza electoral de la izquierda era magra. Y además estaba "atomizada" en un archipiélago de partidos y organizaciones que le restaban poder de atracción y disminuían su peso político. En las primeras elecciones luego de la reforma de 1977, el PCM -en coalición con otras organizaciones- obtuvo el 5 por ciento de los votos y resultó el partido de izquierda más votado. No era suficiente. Era posible y necesario ofrecer a la diversidad política realmente existente en la izquierda una organización unificada.
Arnoldo Martínez
Verdugo, entonces, encabezó una operación ambiciosa: disolver al Partido
Comunista para construir un nuevo partido de las izquierdas. La disolución del
primero, luego de un poco más de 60 años de existencia, para unirse con otras
formaciones, tuvo que hacer frente a resquemores y dudas de toda índole, pero
en 1981 permitió la fusión de cinco agrupaciones para dar paso al Partido
Socialista Unificado de México. Fue el primer eslabón —fundamental— de lo que
luego sería un proceso unificador cada vez ambicioso: PMS (1987) y PRD (1989).
D) Democrática. El primer y único candidato a la Presidencia de la República de aquel PSUM fue Arnoldo Martínez Verdugo en 1982. Viajó de norte a sur, de oriente a occidente, y con sus muy cuidados discursos refrendó una y otra vez el compromiso de la izquierda a la que encabezaba con la democracia. Socialismo y democracia no solamente debían fundirse, sino trascender la peregrina idea de que la democracia no formaba parte de su bagaje, compromiso e ideales.
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