"Ver cómo
nos vemos, vernos y comprender
que para comprender hay que volverse ciegos"
Las Ansias Carnívoras dela Nada.
Alejandro Jodorowsky
que para comprender hay que volverse ciegos"
Las Ansias Carnívoras de
Alejandro Jodorowsky
Ulises Bernal. Una narrativa de
alteridad
Un
incierto punto de partida desde la perspectiva de nuestro tiempo, especialmente
al iniciar la “modernidad humana”, ha sido la problemática entre lo que
“parece” y “lo real” o, dicho con otras palabras, “el ser en sí”. La cúspide
entre “parecer” y “el ser real” ha sido el punto de partida de muchas
discusiones en diversos campos del quehacer humano, especialmente respecto de
la simple apariencia, soslayando el nexo entre “el ser en sí” y “parecer”. Se
afirma, sin embargo, que en tanto hablemos de realidad, siempre lo hacemos
desde nuestro entendimiento; sin embargo no significa en lo más mínimo traducir
la realidad en algo intrínseco a la intelección misma. “Yo soy Ulises”, y es
así como se nos presenta el autor de esta obra gráfica.
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Obra gráfica: Úlises Bernal |
Ulises Bernal Ramos es originario de la ciudad de Puebla.
Artista de toda la vida, dibujante empírico, argumentista de su tiempo,
autodidacta e identificado plenamente con la voluntad contraria a lo que el
sistema dicta, nos muestra su lenguaje no convencional con aquellas, las
máscaras y maniquíes superpuestos en el nombre mismo de las cosas, y que tejido
a la sensación de elegir un propio camino, se ha permitido despertar como un
ciudadano común, descubriéndose perennemente en la disciplina que concibe por
propias palabras como arte de sí mismo: - ...Creo que nací y con el tiempo me
rehice... Un día elegí renunciar al mediocre trabajo horrendo del asalariado.
En el año del 97 hice cartonería, después, me encontré un alebrije y me metí.
Mi trabajo lo hago porque me siento bien: pintar, la música, la narración con
el dibujo, el cómic, la ilustración fantástica. El surrealismo es mi dogma, mi
forma de vida. Crecí en las páginas de los cómics bajo la influencia del
agresivo e incisivo arte de la ilustración, discursos como Alejandro
Jodorowsky, Roland Topor, Gabriel Vargas, Elio Flores y el arte pánico son mi
influencia; me gusta compartir mi agrado por desestabilizar el sistema, por
incomodar a la sociedad con lo que más le molesta, lo hago bien. Soy Ulises y
soy un ignorante, e ignoro hacia dónde voy, pero me siento cómodo con esa
ignorancia.
Ulises concibe el arte como una forma de vida; ese es el
mecanismo, se vuelve guerrillero antiarmas que a través de su visión del arte
busca aquel alebrije que mimetiza la apariencia humana bajo la tutela de “la
bronca es que te entiendan”, renegado del pensamiento sistémico,
individualista, encontrado en el cómic desde donde nace y se rehace afirma que
su arte es una forma de vida conjuntada de muchas filosofías. “Puedo estar sin
nada, pero sin arte no podría. Eso sí me duele”. Un artista en búsqueda
constante, en continua disciplina, con la necesidad de tiempo, susceptible de
la ofensa, su obra narrativa navega en el dibujo, la cartonería y el cómic,
sustentados sobre la experiencia del yo como tensión. El ser es creativo, el
ser es urbano por esencia, lo que significaría, que únicamente se constituye
dentro de un mecanismo de alteridad. El otro es el yo, el otro, la otra parte
la que no existe sino es por la suma, la yuxtaposición de incontables yos, y que al mismo tiempo son yo. Son esas
narraciones del inconsciente, del surrealismo inmanente, caleidoscopios que
integran sus sueños, sus experiencias y los símbolos resultantes de
introspecciones para llegar al espectador, para luego incomodarlo, vapulearlo
con las mismas afrentas que de su propia humanidad brotan, como él mismo lo
refiere. Concibe al cómic como una de las artes más completas porque es la
síntesis de todas las artes, y gracias a la tecnología puedes de manera
individual crear lo que deseas, de trazar las variables de una época
convirtiéndola en todas las épocas. Me interesa todo lo "kafkiano".
Soy Ulises, es él, Ulises, un ser mental buscando ascender a otro nivel mental
a través de sus capacidades, sumergido en una alberca de imaginación, sin
tiempo, sin prejuicio pero no sin imaginación. La cartonería es uno de sus
proyectos más personales y se llama instructor de la misma. En los últimos
tiempos ha dedicado su imaginativa a la calavera como tema, “la calavera es un
símbolo constante”, lo siente como un tributo a los muertos. “Dejé de creer en
la muerte porque la muerte es una utopía y la han tomado como otra idea de
intimidación. Yo veo a la muerte como un motivo de expresión, como una equidad
representada sin género. Todo es transformación, todo debería ser a favor y la
muerte no es la excepción”. La charla concluye: te hacen creer que no se puede,
por eso debes ejercitar tu visión y dejar que la locura te salga. La obra de
Ulises presentada son bocetos personales, así definido por él mismo, son
aquellos bocetos que resguardamos bajo el cobijo al otro lado de la oblicua
mirada, “son propios”; a entender, desde la alteridad de un presupuesto, los
concebimos bajo el impregnado de quién le toca estar frente a lo que parece
ser, y ser el ser mismo. Es así, que en la intención por contemplar a quienes somos
en realidad nos empuja al deseo de evitar las consecuencias por tener
conciencia de uno mismo, con resultados tan dolorosos; y entonces, el impulso por trascender nos
invoca, y miramos la creación no sólo desde la intención por impactar al otro,
si no que también, en el golpe asestado que se encierra como bulto en la carne
que mueve el pulso para dar paso a
la paradoja de la creación, de su creación, allende, donde la alteridad de su
oblicua mirada nos enfrenta a la
reacción de las otras, las ya dibujadas en los rostros personales que Ulises,
desde esta enfermedad causada por la aglomeración de la gente nos pone al
alcance, apenas despegamos la mirada del
incierto punto de partida desde la perspectiva de este, también nuestro tiempo.
Puebla, febrero de 2006.
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