viernes, 27 de diciembre de 2013

LO LABORAL ANTE LA CIRCUNSTANCIA Y EL CONOCIMIENTO

Paco Echeverría
Óclesis

Fuente de imagen:
http://lacrisisenergetica.wordpress.com/page/3/
Es famosa la frase del filósofo José Ortega y Gasset que reza: “Yo soy yo y mi circunstancia”, que puede leerse como si dijera: “yo soy yo y todas mis relaciones”, sobre todo las más próximas, y no sólo las “más importantes”, sino incluso las que solemos pasar inadvertidas, las llamadas “cosas más sencillas de la vida” (Morales, 2012, vol. III: 44). Sin embargo, cabe aclarar que no somos víctimas de las circunstancias, éstas no nos pueden determinar. Al contrario, dice Ortega: “las circunstancias son el dilema ante el cual tenemos que decidirnos. Pero el que decide es nuestro carácter”. En efecto, Rafael Limón Vigoritto, coach en desarrollo humano y capacitación y autor de Cómo triunfar con el mínimo esfuerzo (Panorama, 2011), nos dice lo siguiente:
            “Nuestra libertad también se ve afectada por las circunstancias, pero no somos esclavos de ellas. Recuerdo cuando obtuve el puesto de Director de área de una universidad en México. Me sentía feliz cuando comencé a trabajar ahí; las personas eran eficientes, inteligentes y con gran espíritu de trabajo en equipo. Parecía el empleo ideal, pero me di cuenta de que había cierta competencia con respecto a quién se quedaba más tarde en la oficina. Mi horario era hasta las 7 pm, sin embargo, nadie se retiraba a las 7 pm y era una especie de prueba de honor quedarse trabajando más tarde. Casi todos los días salía yo a las 9:00 o 9:30 de la noche, además recibí la indicación de asistir los sábados y, más adelante, también los domingos. Me di cuenta de que estaba perdiendo mi libertad.
            “Cuidado con esas circunstancias. ¿Valen la pena? En mi opinión, no, por lo cual renuncié, decisión de la que no me arrepiento. No estoy diciendo que si tienes un trabajo absorbente, renuncies, sino que te liberes de la idea de mantener ese empleo en el que te esclavizan o te tratan mal, porque ‘la situación es difícil’ y ‘no hay chambas’… libérate de estos conceptos; tú mereces lo mejor, convéncete de ello y analiza si tus circunstancias están coartando tu libertad, para que planees hacer un cambio al respecto, por ti, por tu familia, por tu futuro.
            “Todos crecimos en un ambiente y circunstancias que no escogimos; éstas circunstancias afectan nuestra manera de pensar; aprendemos ciertos conceptos o verdades que nos acompañan al enfrentarnos a la vida, los cuales se van arraigando en nuestro subconsciente: ‘El dinero no nace de los árboles’, ‘la vida no es fácil’, ‘lo importante no es lo que conoces, sino a quiénes conoces’, ‘ser rico es malo’, ‘hay que tener los pies en la tierra’ y muchas más. Estos conceptos, mucho más que las circunstancias, nos limitan para alcanzar nuestros objetivos, a pesar de que, muchas veces, sentimos que son las circunstancias las que determinan nuestro destino”.

            Hasta aquí Limón Vigoritto coincide con Ortega y Gasset en que cada uno de nosotros, aplicando la razón, podemos trascender la circunstancia, porque para el filósofo español no hay otro modo de conocimiento teorético que el racional. Esta es la teoría del conocimiento orteguiano. Pero no debemos olvidar el conocimiento que proporciona la praxis, que como bien decía el filósofo alemán Karl Marx, es la auténtica actividad teórico-practica por la cual el hombre transforma la realidad, y por ende puede transformar las circunstancias surgidas de ese constructo de dominación y explotación de la que surgieron dichos acontecimientos. Sólo podemos afirmar la verdad de lo pensado cuando lo realizamos en el mundo. Una teoría únicamente metafísica de la realidad resulta falsa. Por ello el hombre se realiza como tal al humanizar la realidad, realizando su praxis. Por tanto esta realidad externa —también sus circunstancias—existe como forma social producida por el trabajo humano y no como algo natural.

No hay comentarios:

Publicar un comentario