MAQUIAVELO
DE TRAJE Y CORBATA
Paco
Echeverría
Óclesis
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Fuente de imagen: http://www.elartedelaestrategia.com |
Cuando en el aula fomentamos el pensamiento crítico, es decir, que
el alumno desarrolle aquella reflexión razonable centrada en decidir qué creer
o hacer más allá de lo que dice la mayoría, los resultados son inspiradores, ya
que estamos rompiendo con la visión empresarial que ha tomado por asalto los
diversos aspectos de la educación. Noam Chomsky ha dicho que el problema de
subordinarse a esta visión “única” es peligroso, puesto que las corporaciones
son “Monstruos Morales” que aparentan interesarse en el ser humano para ocultar
los complejos mecanismos de explotación que ejercen sobre su personal, elemento
esencial para su supervivencia dentro del capitalismo salvaje que estamos
viviendo.
No se trata de
decir irresponsablemente a lo alumnos que el éxito profesional se basa en subir
como las burbujas del champán hasta la cima de cualquier jerarquía corporativa.
Así de simple. Porque cuando estén en el ejercicio laboral algún día se
preguntarán: ¿Cómo llegó ese idiota a ser jefe?
Para ser un “jefe moderno”, ya no
es necesario el mérito profesional y moral, sino tener el talento de desarrollar
y aplicar un impulsivo abuso de poder. Por lo menos eso plantea Stanley Bing en
su libro ¿Qué haría Maquiavelo? (2011,
Barcelona, Grupo Zeta). De hecho, Maquiavelo se sentiría como en casa dentro
del ambiente organizacional de las empresas de hoy.
El libro posee una clara
redacción que facilita su lectura, su estilo descarado que ensalza
indefectiblemente las virtudes de los gigantescos monstruos maquiavélicos
empresariales, nos arranca más de una carcajada, pero hay que tener la
suficiente luz en el cerebro para detectar que nos está invitando a descubrir
las profundas intenciones de Bing: mostrar satíricamente la podredumbre y la
decadencia por la que está pasando la cultura corporativa neoliberal, principalmente
la estadounidense, que por desgracia es el modelo para la nuestra.
¿Qué haría Maquiavelo? ha abierto dos vertientes en la
crítica: quienes ven el texto como un entretenimiento y no como una receta para
ejercer el poder cueste lo que cueste. Y aquellos que lo ven como un
instructivo para aquellos que ejercen toma de decisiones radicales sin
considerar el desarrollo humano y profesional, las necesidades sociales del
entorno y el indispensable cuidado de la ecología.
Sin embargo, la realidad es que,
velada y divertidamente, el propósito de Bing es embarrar en la cara de los
idealistas e ignorantes funcionales la retorcida idiosincrasia que se encuentra
detrás de los “bien trajeaditos y perfumados” hombres de negocios.
Tal vez porque Bing ha sido
columnista de las revistas Esquire y Fortune, y porque trabaja para una transnacional
de medios de comunicación, su juego radique en hacerle de “espía” de las
corporaciones y recordarnos que el lodazal del sector empresarial puede cambiar
cuando se deje de considerar a las empresas como personas, que aunque las leyes
le otorguen dicho carácter, eso no las hace personas. Las personas somos
nosotros y tenemos el poder de transformar el mundo para gozar de un bien
pensar y un buen vivir.
Otros libros en este tenor para
la reflexión en el aula son: Maquiavelo.
Las técnicas del poder de Julio Soderini (2003), 48 Leyes del poder de Robert Greene (2010) y Cómo trabajar para un idiota de John Hoover (2012).
¿Sabías que “MAQUIAVELO Las Técnicas del Poder” de Julio Soderini es extraordinariamente similar a “MAQUIAVELO La Escuela del Poder” escrita por el eminente historiador rumano Valeriu Marcu? Si quieres saber más sobre esta increíble coincidencia entra a http://elcasojuliosoderini.wordpress.com/, te aseguro que no te vas a aburrir.
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