martes, 28 de abril de 2015

¿Necesidad o identidad?

Por: Martín Vázquez Soto


Fuente de imagen:

http://www.taringa.net/posts/noticias/18366907/
Actualmente el mercado es como una especie de campo de tiro donde las balas adoptan el nombre de publicidad; las armas, el de la radio, la televisión o carteles de vivos colores; y las tropas son grandes empresas fabricantes, cuyo objetivo es el consumidor, culpable de un sólo delito, el consumismo.
Recuerdo las anécdotas de algunas personas muy conocidas que decían: “cortábamos el chicozapote y lo masticábamos como si fuera chicle”, “lavábamos la ropa con jabones hechos de manteca”. Al parecer, hace varios años, no importaba si el chicle era fabricado por una marca muy importante como Adams o si el jabón llevaba el logotipo de P&G, lo único que realmente interesaba era que el producto lograra su cometido, el de ser masticado o desmugrar la ropa, respectivamente. Ahora, los productos cumplen una doble función; la primera, que es menos importante, la de cubrir una necesidad y la otra, la más importante, crear una identidad en el consumidor.
Es evidente la cantidad de publicidad que se nos inyecta a diario, pareciera ser que a manera de imposición, estaría de sobra mencionar a través de qué medios. La realidad es que hoy por hoy las marcas trabajan a marchas forzadas para elegir y mantener a sus clientes, con comerciales que se adapten a su nivel socioeconómico y sobre todo, en los cuales se sientan identificados y los lleven a consumir el producto. Por ejemplo: tomando Coca-Cola ya no habrá “amarguetis” en el mundo; la leche “Alpura” es mejor porque las vacas que la producen son tratadas con cariño; voy a “Oxxo” porque así la lista soy yo; usaré los rastrillos que usa Messi sobre su piel lastimada, esos no irritan, ya no voy a “The italian coffee company” porque en “Starbucks” me tratan mejor y me siento más cómodo, aunque el café sea el mismo. Se crean identidades poniendo en los comerciales al artista del momento, la canción del momento, el deportista más destacado o una locación muy parecida con la realidad del consumidor hacia el cual está dirigido el producto, perdón, quise decir la marca, porque hoy lo que se tiene que vender es la marca.
Y sí, como lo menciona Klein (2001), lo que se vende es la marca, no el producto como tal, una marca puede surgir de la nada y ponérsela a cualquier producto, producto elaborado por una empresa secundaria, pero que sin la publicidad que se le da a la marca ese producto no se vendería. Hay empresas que fabrican los mismos productos para diferentes marcas, pero la que más dinero invierta en publicidad será la que más  venderá.

Bibliografía:

Klein, N. (2001). El nuevo mundo de las marcas. En No Logo.El poder de las marcas (págs. 21-44). Barcelona: Paidós.



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