martes, 4 de abril de 2017


Édouard Herriot: el hombre de letras como símbolo de alta política


Por: Francisco Hernández Echeverría.


Fuente de imagen:

Gran Enciclopedia del Mundo (1978): Bilbao: Durvan.
Édouard Herriot nace el de 5 de julio de 1872 en Troyes. Fue hijo de un oficial de infantería, y pudo estudiar en la École Normale Supérieure gracias a que obtuvo una beca, graduándose en 1891. En 1893 consiguió la agregación  en letras, que le abrió las puertas hacia una brillante carrera académica. Fue el primer profesor en impartir la asignatura de retórica en los liceos de Nancy y Lyon.
En 1897 publica su primer libro, Philon le Juïf. Essai sur L'école juive d’Alexandrie (Filón el judío. Ensayo sobre la escuela judía de Alejandría), con el que obtuvo el Premio Victor Cousin de la Academia de Ciencias Morales y Políticas. En Lyon, Herriot se une a Émile Zola, Anatole France y Charles Péguy al Affaire Dreyfus, fundando la sección lyonesa de la Liga de los Derechos Humanos. En 1904, después de defender su tesis doctoral titulada Madame Récamier et ses amis (La señora Recámier y sus amigos), ingresa de facto a la política como un liberal radical, al inscribirse para participar en las elecciones para alcalde de la antigua capital de la Galia. Gana los comicios y sucede a Jean-Victor Augagneur en 1905 —cargo que ocuparía hasta 1942. En 1912, como figura prominente del Partido Radical, es elegido senador del Ródano (función que desempeñó hasta 1919).
Durante la Primera Guerra Mundial Herriot es nombrado ministro de Obras Públicas, Transporte y Abastecimiento bajo el quinto ministerio de Aristide Briand (de diciembre de 1916 a marzo de 1917). Una vez concluido el conflicto, logró reconstruir al moribundo Partido Radical Socialista, y en 1919 gana las elecciones para la Cámara de Diputados —cargo que también desempeñaría hasta 1942— y la designación de ministro de Obras Públicas para el período 1916-1917.
En virtud de sus grandes dotes de orador, Herriot se convirtió pronto en dirigente de su partido (1923). Durante la disputa que sostuvo con el presidente Alexandre Millerand, el famoso estadista se asoció con la Sección Francesa de la Internacional Obrera (SFIO, en adelante) para fundar el Cartel des Gauches (Cartel de las Izquierdas), una coalición de izquierda formada por radicales y socialistas. Cuando dicho Cartel obtuvo el triunfo en las elecciones parlamentarias de junio de 1924, Herriot ganó la mayoría de los escaños, convirtiéndose en el Premier o Jefe de Gobierno de Francia.
Una vez en el poder, intentó mejorar las relaciones con las potencias europeas, reconoció a la Unión Soviética, aceptó el plan Dawes, accedió a que las tropas fueran evacuadas de la cuenca del Ruhr, y abogó por la creación de una Unión Europea. Sin embargo, su gestión sería muy breve por la hostil campaña que la banca y la industria promovieron en contra de su política financiera. No tuvo más remedio que abandonar el cambio en abril de 1925 y queda como Presidente de la Cámara de Diputados. Para julio de 1926 recupera de nueva cuenta el puesto de Premier, pero sólo dura en el cargo tres días.
Bajo la presidencia de Raymond Poincaré y su Unión Nacional, Herriot es designado ministro de Instrucción Pública (1926-1928), que en virtud del sosegado clima político que regía, pudo implementar una reforma escolar. Cuando en 1929 Aristide Briand propone la idea de una Unión Federal Europea, inmediatamente la apoya, pero, la mayoría de los otros líderes políticos se mantienen al margen de dicha propuesta. En 1932 encuentra nuevamente el camino al poder como Premier, cargo que sólo le duró de junio a diciembre. Después, el 6 de febrero de 1934 es otra vez ministro de Estado en el gobierno de Gaston Doumergue y consecutivamente miembro de varios gobiernos de derecha, mientras que su partido evoluciona hacia la izquierda, sobre todo por la ascensión de Adolf Hitler al poder en Alemania.
Bajo este contexto, Leon Blum, Maurice Thorez, Édouard Daladier y Daniel Mayer forman en 1934 el Front Populaire (Frente popular), una coalición entre el Partido Comunista, el Partido Socialista y el Partido Radical Socialista de Herriot. Éste se reservará de dicha alianza, y renuncia en 1935 a la presidencia de su partido para ser reemplazado por Édouard Daladier. En 1936 el Front Populaire hará un buen papel en las elecciones parlamentarias ganando un total de 376 escaños. Leon Blum, líder del Partido Socialista, se convertiría en Premier e introduciría la jornada laboral de 40 horas, la nacionalización de la banca y de la industria armamentista, así como otras reformas sociales importantes.
Cuando los nazis invaden Francia en mayo de 1940, Herriot, que otra vez fungía como presidente de la Cámara de Diputados, se muestra desde el primer momento como Anti-Münich, partidario de ejercer mano dura contra Hitler y apoyo a Henri-Philippe Pétain como jefe del gobierno de Vichy. Pero al final de cuentas, opta por virar decididamente hacia una actividad anticolaboracionista: denuncia la disolución del Parlamento e impugna porque Charles De Gaulle se convierta en el nuevo Premier.
Ante tal actitud, cuando el gobierno decide disolver la Cámara, es puesto en arresto domiciliario por las autoridades de Vichy en el verano de 1942 y, al poco tiempo, entregado a los alemanes para ser internado en Potsdam, donde permanecerá hasta el 22 de abril de 1945 al ser liberado por el Ejército Rojo.
            Después de la guerra, Herriot es reelegido alcalde de Lyon, recupera la jefatura del Partido Radical Socialista en 1947 y también la presidencia de la Asamblea Nacional. El 5 de diciembre de 1946 es elegido miembro de la Academia francesa, por 24 votos ocuparía la silla de Octave Aubry, que había muerto prematuramente antes de leer su discurso de recepción. Jérôme Tharaud recibirá a Herriot el 26 de junio de 1947. La elección de Herriot fue la última antes del año 1950, de una academia en gran medida renovada de treinta y ocho miembros (los asientos de Maurras y del mariscal Pétain estaban reservados).
            En 1951 dimite a la alcaldía, para volver a asumirla a las pocas semanas cuando los radicalsocialistas se pronunciaron contra la coalición con los degaullistas. En 1954 decide retirarse de la vida política. Obtuvo el doctorado honoris causa por la Universidad de Glasgow. Murió el 26 de marzo de 1957 en Lyon.
En su blog de notas, François Mauriac hace un trazo de este político académico con el siguiente retrato: “En vérité, Édouard Herriot était un gros homme charmant. Son charme naissait de ce contraste entre la culture, tous les dons d’une intelligence royale et la ruse, disons la finesse, politicienne” .
A pesar de jugar siempre un papel protagónico en la esfera de la política, Édouard Herriot no olvidó su primera vocación, la de brillante académico, literato y conferencista. Le debemos más de treinta volúmenes entre los cuales destacan: Impressions d’Amérique (Impresiones de América, 1923), Lyon pendant la guerre (Lyon durante la guerra, 1925), Dans la forêt normande (En el bosque normando, 1925), La vie de Beethoven (La vida de Beethoven, 1929), Europe (Europa, 1930), Sous l’olivier (Bajo el olivo, 1932), La Porte Oceane (La puerta océano, 1932), Aux sources de la liberté (Las fuentes de la libertad, 1939), Lyon n’est pas plus (Lyon no es más, 1940), Études françaises (Estudios franceses, 1950) y su libro de memorias titulado Jadïs (Hace años, 1948-1950).


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