Édouard
Herriot: el hombre de letras como símbolo de alta política
Por: Francisco Hernández Echeverría.
![]() |
Fuente de imagen: Gran Enciclopedia del Mundo (1978): Bilbao: Durvan. |
Édouard Herriot nace el de 5 de julio de 1872
en Troyes. Fue hijo de un oficial de infantería, y pudo estudiar en la École
Normale Supérieure gracias a que obtuvo una beca, graduándose en 1891. En 1893
consiguió la agregación en letras, que
le abrió las puertas hacia una brillante carrera académica. Fue el primer
profesor en impartir la asignatura de retórica en los liceos de Nancy y Lyon.
En 1897 publica su primer
libro, Philon le Juïf. Essai sur L'école juive d’Alexandrie (Filón el judío.
Ensayo sobre la escuela judía de Alejandría), con el que obtuvo el Premio
Victor Cousin de la Academia de Ciencias Morales y Políticas. En Lyon, Herriot se
une a Émile Zola, Anatole France y Charles Péguy al Affaire Dreyfus, fundando
la sección lyonesa de la Liga de los Derechos Humanos. En 1904, después de
defender su tesis doctoral titulada Madame Récamier et ses amis (La señora
Recámier y sus amigos), ingresa de facto a la política como un liberal radical,
al inscribirse para participar en las elecciones para alcalde de la antigua
capital de la Galia. Gana los comicios y sucede a Jean-Victor Augagneur en 1905
—cargo que ocuparía hasta 1942. En 1912, como figura prominente del Partido
Radical, es elegido senador del Ródano (función que desempeñó hasta 1919).
Durante la Primera Guerra
Mundial Herriot es nombrado ministro de Obras Públicas, Transporte y
Abastecimiento bajo el quinto ministerio de Aristide Briand (de diciembre de
1916 a marzo de 1917). Una vez concluido el conflicto, logró reconstruir al
moribundo Partido Radical Socialista, y en 1919 gana las elecciones para la
Cámara de Diputados —cargo que también desempeñaría hasta 1942— y la
designación de ministro de Obras Públicas para el período 1916-1917.
En virtud de sus grandes dotes de orador,
Herriot se convirtió pronto en dirigente de su partido (1923). Durante la
disputa que sostuvo con el presidente Alexandre Millerand, el famoso estadista
se asoció con la Sección Francesa de la Internacional Obrera (SFIO, en
adelante) para fundar el Cartel des Gauches (Cartel de las Izquierdas), una
coalición de izquierda formada por radicales y socialistas. Cuando dicho Cartel
obtuvo el triunfo en las elecciones parlamentarias de junio de 1924, Herriot
ganó la mayoría de los escaños, convirtiéndose en el Premier o Jefe de Gobierno
de Francia.
Una vez en el poder, intentó
mejorar las relaciones con las potencias europeas, reconoció a la Unión
Soviética, aceptó el plan Dawes, accedió a que las tropas fueran evacuadas de
la cuenca del Ruhr, y abogó por la creación de una Unión Europea. Sin embargo,
su gestión sería muy breve por la hostil campaña que la banca y la industria
promovieron en contra de su política financiera. No tuvo más remedio que
abandonar el cambio en abril de 1925 y queda como Presidente de la Cámara de
Diputados. Para julio de 1926 recupera de nueva cuenta el puesto de Premier,
pero sólo dura en el cargo tres días.
Bajo la presidencia de
Raymond Poincaré y su Unión Nacional, Herriot es designado ministro de
Instrucción Pública (1926-1928), que en virtud del sosegado clima político que
regía, pudo implementar una reforma escolar. Cuando en 1929 Aristide Briand
propone la idea de una Unión Federal Europea, inmediatamente la apoya, pero, la
mayoría de los otros líderes políticos se mantienen al margen de dicha
propuesta. En 1932 encuentra nuevamente el camino al poder como Premier, cargo
que sólo le duró de junio a diciembre. Después, el 6 de febrero de 1934 es otra
vez ministro de Estado en el gobierno de Gaston Doumergue y consecutivamente
miembro de varios gobiernos de derecha, mientras que su partido evoluciona
hacia la izquierda, sobre todo por la ascensión de Adolf Hitler al poder en
Alemania.
Bajo este contexto, Leon
Blum, Maurice Thorez, Édouard Daladier y Daniel Mayer forman en 1934 el Front
Populaire (Frente popular), una coalición entre el Partido Comunista, el
Partido Socialista y el Partido Radical Socialista de Herriot. Éste se
reservará de dicha alianza, y renuncia en 1935 a la presidencia de su partido
para ser reemplazado por Édouard Daladier. En 1936 el Front Populaire hará un
buen papel en las elecciones parlamentarias ganando un total de 376 escaños.
Leon Blum, líder del Partido Socialista, se convertiría en Premier e
introduciría la jornada laboral de 40 horas, la nacionalización de la banca y
de la industria armamentista, así como otras reformas sociales importantes.
Cuando los nazis invaden
Francia en mayo de 1940, Herriot, que otra vez fungía como presidente de la
Cámara de Diputados, se muestra desde el primer momento como Anti-Münich,
partidario de ejercer mano dura contra Hitler y apoyo a Henri-Philippe Pétain
como jefe del gobierno de Vichy. Pero al final de cuentas, opta por virar
decididamente hacia una actividad anticolaboracionista: denuncia la disolución
del Parlamento e impugna porque Charles De Gaulle se convierta en el nuevo
Premier.
Ante tal actitud, cuando el
gobierno decide disolver la Cámara, es puesto en arresto domiciliario por las
autoridades de Vichy en el verano de 1942 y, al poco tiempo, entregado a los
alemanes para ser internado en Potsdam, donde permanecerá hasta el 22 de abril
de 1945 al ser liberado por el Ejército Rojo.
Después
de la guerra, Herriot es reelegido alcalde de Lyon, recupera la jefatura del
Partido Radical Socialista en 1947 y también la presidencia de la Asamblea
Nacional. El 5 de diciembre de 1946 es elegido miembro de la Academia francesa,
por 24 votos ocuparía la silla de Octave Aubry, que había muerto prematuramente
antes de leer su discurso de recepción. Jérôme Tharaud recibirá a Herriot el 26
de junio de 1947. La elección de Herriot fue la última antes del año 1950, de
una academia en gran medida renovada de treinta y ocho miembros (los asientos
de Maurras y del mariscal Pétain estaban reservados).
En
1951 dimite a la alcaldía, para volver a asumirla a las pocas semanas cuando
los radicalsocialistas se pronunciaron contra la coalición con los
degaullistas. En 1954 decide retirarse de la vida política. Obtuvo el doctorado
honoris causa por la Universidad de Glasgow. Murió el 26 de marzo de 1957 en
Lyon.
En su blog de notas,
François Mauriac hace un trazo de este político académico con el siguiente
retrato: “En vérité, Édouard Herriot était un gros homme charmant. Son charme
naissait de ce contraste entre la culture, tous les dons d’une intelligence
royale et la ruse, disons la finesse, politicienne” .
A pesar de jugar siempre un papel protagónico
en la esfera de la política, Édouard Herriot no olvidó su primera vocación, la
de brillante académico, literato y conferencista. Le debemos más de treinta
volúmenes entre los cuales destacan: Impressions d’Amérique (Impresiones de
América, 1923), Lyon pendant la guerre (Lyon durante la guerra, 1925), Dans la
forêt normande (En el bosque normando, 1925), La vie de Beethoven (La vida de
Beethoven, 1929), Europe (Europa, 1930), Sous l’olivier (Bajo el olivo, 1932),
La Porte Oceane (La puerta océano, 1932), Aux sources de la liberté (Las
fuentes de la libertad, 1939), Lyon n’est pas plus (Lyon no es más, 1940),
Études françaises (Estudios franceses, 1950) y su libro de memorias titulado
Jadïs (Hace años, 1948-1950).
No hay comentarios:
Publicar un comentario