La
función de la crítica en la sociedad posmoderna
Por:
Noé Cano Vargas.[1]
Nada
tiene de asombroso que un país retome así periódicamente los objetos de su
pasado y los describa de nuevo para saber qué puede hacer con ellos: esos son,
esos deberían ser los procedimientos regulares de valoración. (Barthes, 1972, pág. 9).
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En
1902, a los 19 años de edad, José Ortega y Gasset inicia su actividad
intelectual en los medios masivos, sus primeras publicaciones son artículos y
ensayos que versan sobre distintas temáticas pero que dibujan puntos focales
desde el principio, y con el tiempo, permite ver su línea de investigación, uno
de ellos es la descripción que hace de las multitudes y de los hombres de
talento tomando como punto de partida la crítica.
El
primer trabajo dado a la prensa Vida
Nueva denominado De la crítica
personal es una temática que hoy cobra relevancia, enfatiza la función de
ésta como una lucha individual, no de imposición, sino con base en la razón, para
esto deja claro que no se puede ser imparcial ni impersonal en una crítica, en
la actualidad podemos afirmar la importancia de su postura, tomemos un caso
cualquiera, al emitir una opinión una persona toma partido, busca su
conveniencia e interés mediante un proceso desde la trinchera de su
pensamiento: busca, estudia, interpreta, razona, construye, resuelve y explica;
bueno, eso debería de hacer.
Los
individuos se construyen en sociedad, ésta es la suma de elementos comunes y a
la vez de elementos diferenciadores, estos últimos son los que hacen de un
individuo lo que es, le imprimen al sujeto su sello, por lo que su comentario
es subjetivo, he ahí que la crítica es personal, el problema es la falta de un
proceso riguroso y metódico a la hora de expresar su opinión, el
desconocimiento de la situación, de sus factores, características, el argumento
y contrargumento, así como la poca pericia para consultar las perspectivas
históricas sobre el tema, hace que se forme un juicio a no ser que un
prejuicio, si esta acción la realiza no solo un sujeto sino diez, cien, mil o
más, estamos en problemas, pues la opinión de estas personas va a ser muy
parecida, a su vez, eso conlleva a tomar una postura general, afirmar lo que la
mayoría afirma o negar lo que la mayoría niega, entonces ¿se puede considerar
crítica a la postura que adopta lo que la mayoría dice? ¿qué dotes especiales
tiene la mayoría para adoptar como crítico su punto de vista?
La
crítica, al ser personal, debe tener como cimiento ese repertorio de
conocimiento que va acumulando empírica y científicamente de manera reflexiva,
es cuando puede expresar una crítica, en caso contrario, cuál sería el
objetivo, sería más fácil tomar consenso de la situación que se pretende.
Volviendo al punto central, cuando estos elementos diferenciadores de un sujeto
se presentan al emitir un juicio y permean en el entramado social es cuando es
posible un cambio en la estructura de la vida, en caso contrario “¿Qué acontece?
En fin de cuentas, el procedimiento se reduce a sustituir las influencias
personales, el determinismo individual, a las influencias de la masa. La
multitud como turba, como Joule, es impersonal por suma de abdicaciones,
involuntaria, torpe como un animal primitivo.” (Ortega y
Gasset, Obras completas Tomo I (1902-1916), 1966, pág. 16)
La
cuestión es precisar cuál es la función de la crítica en un mundo globalizado y
cambiante, donde las formas culturales que dan identidad a un país se van
perdiendo al irse vinculando economías diversas y dispares, las mayorías,
motivadas por recursos del sistema -publicidad, mercadotecnia, medios
masivos- solo van adaptándose, no toman
conciencia hacia donde van, por su consistencia liquida sólo se dejan llevar,
aún esto pasa en el sistema educativo, antes, el productor de ideas escribía
para satisfacer necesidades y resolver problemas fundados en la realidad, hoy
todo se ha vuelto superfluo, sólo se consume sin una necesidad objetiva, se
obedece al placer de consumir las modas, dejando de lado la memoria y la
tradición, en momentos de adversidad no hay un hilo ideológico conductor que
los una a pesar de tener elementos de consumo en común y al presentarse problemas no saben cómo afrontarlos.
México
se encuentra en esa situación, con tantos problemas, pero sin saber cómo
afrontarlos, tan lejos de Dios y tan
cerca de Estados Unidos de América, la globalización, las transnacionales,
el internet, la mercadotecnia, los medios masivos y el mexicano listo a
consumir cualquier cosa sin preocuparse siquiera por resolverlo por sus propios
medios, esto conlleva a que la economía este regulada por capital extranjero,
con el capital humano mexicano no se hace nada, se mantiene estancado por la falta
de cultura emprendedora, el mismo Estado interesado en acaparar capital para el
bien de los grupos políticos oligárquicos no desarrolla como debiera la
economía propia, más bien viven consumiendo el erario público en prejuicio de
la masa social que no piensa, ya sea porque no quiere, a la vez porque no se le
ha dedicado el tiempo y el talento para desarrollar este proceso mediante una
educación de calidad y porque está manipulada por intereses específicos para
que no salga de la fosa en la que está sumida, al final de cuentas, dónde
encontrar el talento, el punto está en la crítica, porque el ejercicio de la
misma permite el desarrollo intelectual y social.
…en
un pueblo hay tanta mayor energía cuanta más grande diversidad de pareceres,
sobre cosas nimias inclusive. En resolución, únicamente donde los ciudadanos
piensan cada uno sus pensamientos, podremos esperar ponernos alguna vez de
acuerdo, al paso que donde todos piensan a una no hay acuerdo posible en las
opiniones, por la sencilla razón de que nadie opina y todos tienen uno o varios
magistrados que se encargan de pensar por ellos. (Ortega y Gasset, 1966, pág. 47)
Cuando
una persona emite un juicio le deberían de acompañar dos componentes: tendencia
y calidad, la primera enmarca la postura ideológica, la segunda el contenido de
lo que enuncia, por lo que, si se repite en una gran diversidad de sujetos la
misma situación fragmentaria carente de contenido, en qué proporción se puede
considerar original y con calidad, más bien se le puede denominar vox populi,
pero entonces deja de ser crítica y pasa a formar parte del repertorio ya sea
consensado de cómo se ven las cosas, en otro caso, el discurso dominante es impuesto
como dogma por aquellos con intereses específicos, el conocimiento es poder, el
que lo domina, el que piensa por el resto es el depositario y ganador del
consenso, lo impone como parte de la opinión pública.
Según
sea la calidad de la crítica se puede utilizar para que cumpla una función
dentro del entramado social, pero eso depende de los medios que se utilicen
para que esa crítica llegue a la masa informe y la moldee, la propia crítica ya
enmarca su tendencia ideológica, su táctica de guerra, su participación activa,
ya sea a favor, en contra o como opción de cambio ante cierta situación, pues
siempre dice algo a alguien, “…esa tendencia literaria, contenida de manera
implícita o explícita en cada tendencia política correcta, es la que
constituye, y no otra cosa, la calidad de la obra” (Walter, 1934, pág. 1)
La
crítica al ser personal, es un saber subjetivo que para ser en verdad crítico
debe pasar por un proceso racional, además de vincularlo con el sentido común y
la praxis, “<<Decir>> es expresarse en conceptos, y el concepto
supone una actividad analítica, específicamente intelectual, que pocos
individuos han ejercitado. El saber que se expresa en vocablos es superior al
que se contenta con tener algo entre ente los ojos; (Ortega y Gasset, Estudios sopbre el amor, 2009, pág.
108) ,
si ese decir se lleva al papel, el crítico tiene una función primordial al utilizar
el lenguaje, “escribir es ya organizar el mundo, es ya pensar (aprender una
lengua es aprender cómo se piensa en esa lengua) (Barthes,
1972, pág. 33) .
El
escritor desde su subjetividad y crítica personal piensa e interpreta el mundo,
decir y escribir son la base, para existir debe de nombrarse, he ahí la función
del conceptos, la primera barrera infranqueable para entender la realidad es el
lenguaje, cualquier sujeto que quiera pensarse tiene que partir del lenguaje,
tiene que conocer el lenguaje, tiene que aprender a leer, tiene que leer,
resumir información, sintetizarla, y al final de este proceso puede ofrecer su
crítica con base en el lenguaje articulado y lógico, pero antes de esta
travesía tiene que conocer las reglas de juego, el uso del lenguaje, tiene que
leer, porque “Es pues inútil (…) pedir al otro que se re–escriba, sino está
decidido a re–pensarse.” (Barthes,
1972, pág. 33) ,
o en palabras de Quino representado por la caricatura de Mafalda “Vivir sin
leer es peligroso, te obliga a creen en lo que te digan”.
Concluyamos,
la función de la crítica en los tiempos actuales es moldear mediante las
opiniones de los hombres selectos el campo conceptual del hombre medio mediante
herramientas que permitan captar esas ideas que con el tiempo se convertirán en
ideologías que impacten con el tiempo las estructuras sociales, de eso depende
el funcionamiento futuro de la sociedad con base en la influencia de los
hombres egregios.
Cualquiera
que sea su excelsitud y su perfección, no actuarán históricamente, sino en la
medida que su ejemplo e influjo impregne al hombre medio ¡Qué le vamos a hacer!
La historia es, sin remisión, el reino de lo mediocre. La Humanidad sólo tiene
de mayúscula la hache con que la decoramos tipográficamente La genialidad mayor
se estrella contra la fuerza ilimitada de lo vulgar. El planeta está, al
parecer, fabricado para que el hombre medio reine siempre. Por eso lo importante
es que el nivel medio sea lo más elevado posible… (Ortega y Gasset, 2009, pág. 108) .
Esto
sólo se puede lograr mediante la influencia de la crítica personal en el
entramado social.
Bibliografía
Barthes,
R. (1972). Crítica y verdad. Buenos Aires, Argentina: Siglo XXI Editores.
Obtenido de Uruguay piensa: www.uruguaypiensa.org.uy/imgnoticias/735.pdf
Ortega
y Gasset, J. (1966). Obras completas Tomo I (1902-1916). Madrid: Revista de
Occidente.
Ortega
y Gasset, J. (2009). Estudios sobre el amor. México, D.F.: Fontamara.
Walter,
B. (1934). El autor como productor. Obtenido de Archivo Chile:
www.archivochile.com/Ideas_Autores/benjaminw/esc_frank_benjam0011.pdf
[1] Acerca del autor: Noé Cano Vargas
es Maestro en Historia por la BUAP y miembro activo en Óclesis, Víctimas del
Artificio.