El
Zarco
Por: Elizabeth Martínez Castillo
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Fuente de imagen: http://batallaliterariaxix.wordpress.com/2012/03/24/el-zarco-juarez-y-altamirano/ |
Al escarbar la riqueza de un pueblo y de una gran nación,
encontraremos raíces demasiado profundas
reflejándose éstas en su amplia cultura; exhausta de
costumbres, tradiciones, lengua, culto, vestido, etc. En cada una de ellas se
evidencian las pasiones del hombre, virtudes y valores adquiridos; es una
especie radiográfica de los estados de ánimo
de los seres humanos, de su
contexto social y político. Esto es lo que marca la historia.
“El Zarco” forma parte de la historia mexicana… nuestra
historia; situada entre 1861 y 1863 novela de sentimiento nacionalista e
idealista, destacando valores morales y éticos -ese criterio de juzgar lo bueno
y lo malo que anida en la mente y el alma de los hombres-, tales nociones
trastornadas por el revuelto de guerras civiles y la
pasada guerra de Reforma. País hambriento de patria, territorio, poder y
gobierno; marca matices de crueldad, maldad, violencia extrema, injusticias,
verdades disfrazadas de palabras y falsedades en actos de amor, con tintes
de inocencia, de justicia -lo más
cercano a la palabra-, pero sobre todo de ideales y pensamientos ocultos que
sitiaron un gobierno liberal.
Al telón:
-Primer acto, un México con la tipicidad
de pueblos pintorescos, cubiertos de mestizaje, rodeados de dualidades culturales y sociales,
codicia y vanidad, odio y amor, mezcla de simpatía y rencor; en fin, un trueque de sueño y reposo.
-Segundo acto, personajes rigurosamente
históricos, fanáticos de la honradez que prefieren morir a degradarse, no por vanidad, ni por conservar una herencia
de honor sino porque tal es su naturaleza que
lucharon con mil dificultades, con mil adversarios, con mil peligros; ¡imposible resignarse a tal sumisión! A
seguir sin más que aspirar. Aquellas muertes serían estériles de todo hecho,
¡nada glorioso!, fueron pruebas de valor y de honor, que determinaron una
fortaleza de libertad, de y para el gobierno; con hombres que persiguieron un
servicio de justicia y humanidad ¡gran responsabilidad! y con franqueza diré
que tal grandeza y virtudes solo pocos son concebidos. Era difícil salir avante
mas no fue imposible.
-Tercer acto, no basta “sólo” ser mexicano, hay que
sentirse orgulloso de esas raíces forjadas por sucesos ilimitados.
Reconquistemos nuestra historia, aquélla que nosotros mismos nos arrebatamos y
demostremos nuestra esencia digna de un buen mexicano.
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