Artificio:
una ideología del discurso
Por: Hugo López Coronel
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Fuente de imagen: http://filosofia.laguia2000.com |
Cuando
una sociedad se recrea en algún aspecto de su realidad, lo primero que lo
evidencia es el lenguaje. La crítica de la sociedad, en consecuencia, comienza
con la gramática que establece los significados dentro de un universo diseñado
para buscar y restituir el sentido que articula precisamente la praxis de esa
realidad. Al lado de la cultura, en todas sus posibilidades, coexiste la
oratoria que modula las esferas de la significación que nos instala en ese
espacio que llamamos realidad, aspecto que nos conduce, a su vez, a una crítica
de nuestra propia complicidad como parte del acontecer en los procesos de
elaboración de los discursos que manifiestan esas posibilidades de
configuración.
El proceso de ideologización de un
discurso, según Blauberg (1992), se inscribe en sistemas de ideas, teorías y
puntos de vista políticos, jurídicos, religiosos, étnicos, estéticos y
filosóficos; en este sentido, el proceso de ideologización es parte de la
conciencia social, la cual está determinada por las condiciones de la vida
material de una sociedad y refleja las relaciones sociales entre clases (179).
En el proceso de análisis del
discurso es cada vez más evidente que la configuración de la conciencia
individual –mentalidad-, está impresa hasta en sus capas más profundas por
contenidos pertenecientes a la conciencia colectiva –ideología-, puesto que la
ficción contemporánea de nuestra realidad se sustenta sobre discursos
elaborados históricamente sobre muchos aspectos del comportamiento social; la
construcción histórica de nuestro presente, como imaginario colectivo, y sus
posibles proyecciones en el tiempo, se realizan a través de los discursos que
nos proporcionan concepciones de valores que hacemos propios, ya que nuestra visión
del mundo se compone de innumerables imágenes almacenadas y también
actualizadas como ideas.
El
discurso, como concepto, es una de las unidades fundamentales de la actividad
del pensamiento, es forma que da lógica a la interpretación del pensamiento y
coadyuva a la elaboración de otras formas de pensar -juicio, conclusión-. El
discurso, desde un acercamiento dialéctico, permite conocer con mayor
profundidad la realidad en su propia existencia, existencia en la que
circunscribimos el discurso propio, de ahí su importancia.
Así
mismo, el discurso es la síntesis del conjunto de aspectos de la actividad
transformadora del ser humano y de la sociedad, y los resultados que de esa
actividad devengan, es decir la cultura, son los ámbitos del entendimiento de
nuestra propia realidad; por ello, el análisis crítico del discurso, de acuerdo
con Van Dick (1997) nos propone un acercamiento analítico a la función del
discurso en la construcción y reproducción de las ideologías, aspecto que es
así mismo un problema en el estudio mismo de la ideología, pues “no se trata
sólo de un análisis descriptivo y analítico, es también un análisis social y
político” (2), ya que ello implica comprender problemas más que teorías
particulares.
No
obstante a las divergencias que existen en torno a la problemática en plantear
un concepto de ideología que abarque por completo el significado de la palabra,
y las implicaciones a las que nos remiten los alcances que pueden tener las
interpretaciones que se hagan, desde diversos enfoques científicos, con
respecto a la gama de los fenómenos que son presumiblemente ideológicos, parece
existir un punto de partida en común para aquellos que se interesan por el
problema de la ideología; la ideología, como afirma Michael W. Apple (1986),
“ha sido evaluada históricamente como una forma de falsa conciencia que
distorsiona la imagen que uno tiene de la realidad social y que sirve a los
intereses de las clases dominantes de una sociedad”; sin embargo, también puede
observarse como “creaciones inevitables que son esenciales y que funcionan como
convenciones compartidas de significados destinadas a hacer comprensible una
compleja realidad social” (34).
El análisis textual como resultado
de los estudios en los géneros literarios está circunscrito a la esfera del
análisis del discurso. Éste es un campo reciente, puesto que hablar de análisis
del discurso comprende tomar en cuenta un enfoque interdisciplinario, lo que
significa que han surgido estudios desde distintas disciplinas, básicamente
humanísticas y orientadas al campo de las ciencias sociales; de esta forma,
como afirma Liliana Oberti “se puede tomar una mayor distancia de la obra y
analizar el texto desde varias significaciones a la vez: de poder o dominación,
de gusto de estética, y hasta modas culturales”, sin que ello signifique que la
obra pierda su carácter literario.
En
este sentido, ¿cuál es el punto de partida del análisis textual como ámbito en
el análisis del discurso, si acaso el mismo acercamiento al texto implica un
artificio de discurso impregnado de ideología? La idea de realidad en el hecho
literario equivale al acto consciente para elaborar juicios en el proceso
discursivo; dicho lo anterior, entendemos que todo proceso discursivo -el cual
parte de un juicio ya elaborado- pertenece a un universo determinado, un
conjunto de sistemas relacionados entre sí, que se elaboran en sí mismos en el
proceso de conocimiento que tiene lugar durante el razonamiento, éste, a través
de un doble carácter: conocimiento intuitivo (directo) y conocimiento
discursivo (indirecto), donde para el primero se requiere la evidencia, en
tanto en el segundo sólo es indispensable aplicar correctamente los conceptos.
Referencias
bibliográficas:
Apple, Michael W.: Ideología y
currículo. Madrid: Akal, 1986.
Blauberg I. Diccionario de Filosofía.
Ediciones Quinto Sol. México. 1992.
Oberti, Liliana. Géneros literarios.
Lonsseller. Argentina. 2002.
Óclesis. La configuración de un lenguaje
en la obra de Guillermo Vázquez Lima, en Óclesis, núm. 4. pág. 21-24. Puebla.
2006.
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