El medio discursivo integrador y el
presupuesto implicado
Por: Noé Cano Vargas
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Curiosa
situación se desborda en las personas cuando se habla de la ciencia desde hace
dos siglos, el convencimiento de que es avance para cualquier sociedad, su
aporte es significativo y relevante, esto le da la pauta a posicionarse en su
cúpula, de imponerse y presentar el resultado como triunfo inminente, como ley
universal aplicable a diversas situaciones, de repente el discurso cobra
sentido, la tecnología se aplica a la vida colectiva, los medios masivos se
presentan como un futuro prometedor, ejemplo de ello es la vinculación al
ámbito educativo, para 1920 varias revistas de renombre en México tal es el
caso de Revista de revistas prestaron
sus encabezados para mostrar el avance educativo desarrollado en países como
Alemania, Francia, Italia, Inglaterra y desde luego Estados Unidos, este último
muestra los avances logrados en la educación preescolar y la utilización del
fonógrafo como estrategia pedagógica para ayudar al estudio en las escuelas
(1921, pág. 32).
El
camino iniciado al implementar recursos como periódicos, revistas, el
telégrafo, el teléfono, el gramófono y el fonógrafo para comunicar e informar,
dio pauta a la incorporación de nuevos recursos que mantuvieran este flujo a un
número mayor de usuarios, la radio, la televisión en blanco y negro, luego a
color, después el bíper, el celular, el internet, las redes sociales, lo que
inició como una necesidad para el desarrollo cultural todavía no mostraba su
lado oscuro, o estaba oculto.
El
lenguaje es el medio que utilizamos para vincular todo el cumulo de
conocimiento aprendidos por las generaciones pasadas, en palabras de Saussure “es
una serie de diferencias de sonido combinadas con una serie de diferencias de
ideas”, es un sistema tecnológico. Ikram Antaki menciona “la historia de la
razón es la historia de la importancia de la palabra”, es la técnica que nos
hace posicionarnos en la cúspide de las especies, la cuestión es el sentido que
advierte el uso de tan importante tecnología, es cuando entra en escena la
ideología.
Ahora
cobra sentido el uso de los medios masivos, en la época romana se decía la
frase al pueblo pan y circo, en la
actualidad el uso de la palabra dirigida a la población está cubierta de un
velo engañoso llamado entretenimiento,
esa es la función del medio discursivo integrador utilizado por los demagogos,
todos ven lo que dice el discurso, pero pocos logran descifrar el presupuesto
implicado, mantener el control, ese es el presupuesto, ahora el orador ya no
necesita ser presencial, los medios se encargan de llevarlo hasta la comodidad
de la casa para su consumo masivo, somos lo que consumimos, esto se proyecta a
todos los planos de la existencia incluyendo el político, el resultado se puede
percibir a simple vista, en palabras de Eurípides <<la inferioridad de la
democracia consiste en la existencia de oradores [que con los medios masivos] se
dirigen al pueblo, parecen estar de acuerdo con él en todo; pero solo busca su
propio interés. Estos hacen hoy las delicias del pueblo y mañana harán su
desgracia >> (Antaki, 2000, pág. 161) .
Hablando de medios y redes me vino a la
memoria un spot publicitario que viene adherido como propaganda en los
programas de asistencia social, específicamente cuando se empezó a dotar de
televisores de plasma a la población debido al apagón analógico, el spot es
“mover a México”, situación que fue tomada por la Jornada de Oriente en la
sección de moneros para hacer una caricatura de esa situación y mostrar el
presupuesto implicado al dotar de televisiones, cambiando la frase de la caja
que contenía el televisor por “no ver a México”, he ahí donde está implicado el
uso del lenguaje como tecnología y el sentido ideológico que puede ser impreso
en cada discurso, en este caso para no ver realmente la situación por la que
pasa el país.
Estamos
atados a los medios, forman parte de nuestras circunstancias, con ellos nos
despertamos al apagar la alarma del celular, nos informan o desinforman
mediante las redes sociales y los mensajes de texto que llegan a diario de
unotv.com, nos acompañan mientras trabajamos o hacemos labores del hogar al
escuchar la radio, música o la tele en el canal de tu preferencia, al hacer la
tarea y buscar información en el sabio google, el rincón de vago, monografías o
buenas tareas, incluso cuando vas al baño, los medios están contigo, por último
al dormir es costumbre quedarse a altas horas de la noche conectado y
consumiendo los discursos posteados, esto ya no te permite estar sólo contigo
mismo, ese es el problema que enfrentamos, ya no nos oímos a nosotros mismos,
la tragedia está dada, el hombre esta enajenado, los medios tiene el control.
J.F.
Leroy presenta el presupuesto que
implican las redes sociales “twitter te hace pensar que eres sabio, Istagram
que eres fotógrafo y facebook que tienes amigos… el despertar va a ser duro”, ya
Einstein había advertido el temor de que la tecnología nos absorba, pero no es
nuevo, Ortega y Gasset en 1933 menciona que lo único que nos queda es
concentrar “…la atención en alguna otra cosa como solemos hacer tantas veces
para defendernos de esos dos nuevos enemigos del hombre que son el fonógrafo y
la radio” (2001, pág.
16) ,
hoy se le suman la televisión, el teléfono, el internet, etc.
Los medios utilizan el lenguaje como supuesto
para informar y la ideología vinculada con los demagogos es el presupuesto
implicado, el antes y él ahora es muy diferente, “[antes] Los libros eran
escasos y se dirigían a unos pocos lectores; para merecer el nombre de escritor
había que escribir Hamlet, y el pensador se llamaba Platón o Descartes. Pero
[ahora] los cientos de millones no piden tanto; pensador puede ser un chistoso
de feria, y aún los best-sellers pueden llamarse libros” (Antaki, 2000, pág. 147) gracias a los medios
masivos, el medio discursivo integrador.
Bibliografía
Antaki, I. (2000). El
manual del ciudadano contemporáneo. México: Ariel.
De Saussure, F. (1982).
Curso de Lingüística General. México: Ediciones Nuevomar.
Ortega y Gasset, J.
(2001). En torno a Galileo. México: Porrúa.
S.A. (10 de abril de
1921). Avances en la Educación. Revista de Revistas, 32.