viernes, 29 de marzo de 2013


Exopolítica
Civilización de conciencia desencadenada
Por: Víctor Flores Anzaldo

Óclesis

Fuente de imagen:
http://www.30giorni.it/articoli_id_77631_l2.htm
La casa de la Muerte, William Blake
Grabado cromático, colección privada
G. W. F. von Leibinitz dijo que vivimos en “el mejor de los mundos posibles”, a lo que Voltaire le replicó diciendo que les explicase a los familiares de las víctimas del terremoto de Lisboa –que por esos días acaeció- su teoría, por ello Leibnitz creó la “Teodicea” de manera apologética. Por su parte, Emmanuel Kant había vaciado de demonios, ángeles, espíritus y seres no humanos nuestro mundo por medio de la razón, sin embargo en el Universo quedaba el hombre y Dios en un inmenso espacio hueco; con lo cual Christian von Wolf quedó desarmado en su metafísica. Pero, Emmanual Swedenborg (1688- 1772) era un científico muy prestigiado con treinta obras publicadas- al final de su vida fueron más de cien, entre sus trabajos está el plano de un avión y el submarino- y bajo la protección de Carlos XII, viajero constante protegiendo los negocios del reino, así, publica hacia los cincuenta y cuatro años su “Arcana coelestia” (Arcanos celestes; 1747) en tres volúmenes, los cuales adquiere Kant comprobando que todo el universo estaba repoblado por formas espirituales como ángeles, demonios y otras entidades ajenas al hombre, se desata entre los “Emmanueles” una “guerrita epistolar”. Nuestra ciencia y filosofía no han cambiado mucho desde la Ilustración, por ejemplo, “El Informe COMETA” preparado por la aviación francesa por “testigos de élite” <TE> (TE = todo aquél conocedor de naves terrestres y que las distingue de las no terrestres, por su comportamiento, forma y velocidad o inmovilidad; al igual que las diferencia de los fenómenos astronómicos como de los meteorológicos) para el primer ministro francés Jaques Chirac en 1999 y publicado en Internet en 2000; no modificó en nada la instrucción de pilotos, controladores de vuelo y hacia las desclasificaciones de los archivos de OVNIs o Vuelos Vitales para el general de las aviaciones en algunos países de Europa y América Latina; o la inesperada y sorprendente -para muchos hombres de ciencia- afirmación del Vaticano de que esta Institución forma parte de un programa “de sensibilización muy ambicioso cuyo objetivo es que la Iglesia católica no se quede fuera del hipotético entramado oficial que se prepara para recibir a los extraterrestres no sólo como una realidad teológica, sino como una auténtica alternativa que puede vencer al Mal de nuestro tiempo.” No son sólo las afirmaciones del Observatorio Romano por el portavoz monseñor Balducci, sino de un grupo de estudiosos que en comisión secreta conllevaba todo lo relacionado con OVNIs, extraterrestres y asuntos semejantes y filtrado para una afamada revista española sobre temas paranormales (Más Allá, No.236). Entonces, estamos ante el inminente caso de una ocultación de información internacional de un conocimiento que ha inquietado desde que el hombre se pregunta ya no por sí mismo sino por “el otro”, como Descartes cuando utiliza la figura metafísica del “genio maligno”. ¿Quién es el hombre y quién es el “otro” que no es Dios? Vale para nosotros una pregunta semejante ¿Quién es el otro u otros, en el caso de ser varias civilizaciones diferentes y bien organizadas que ya en los vuelos de la NASA, monitoreo de naves en forma de gusano o esferas metálicas en las pantallas televisadas a su página de Internet, dejan entre ver que no formamos parte de dicha alianza entre mundos o sistemas solares, y quizás, intergaláctica, pero además, por qué estamos aislados? ¿Hay un origen aleatorio del ser humano o somos el resultado de una manipulación genética a escala galáctica, o sea, una forma de experimento biológico-histórico? De ser así, ¿Cuál es ese fin? El tema es muy complicado porque nosotros cargamos dos reveses históricos, primero, el antropocentrismo (el hombre como centro del universo) que hace del giro copernicano, con el heliocentrismo (el sol como centro del universo), un golpe que evalúa Freud como el causante de la neurosis actual del hombre contemporáneo; en segundo lugar, el estigma existencialista, ese agnosticismo que nos impide ser objetivos respecto a las evidencias cayendo en un círculo vicioso de dudas interminables y sospechas “lógicas”. Ya en el siglo XX se ensayó con el comunismo para eliminar el hambre, el dolor y la desigualdad entre los hombres, sin que se hubiera logrado gran cosa que una experiencia de tensiones mundiales y saboteo por parte de ambos sistemas (Capitalismo y Comunismo), triunfando uno sin haber logrado mejorar lo suficiente como para olvidarnos del otro. Por tal razón, autores como Michel Foucault, que señalan que ‘el poder’ es uno de los temas que el hombre debe saber entender y controlar para obtener un equilibrio, hacen pensar que la consciencia encadenada es la herramienta para mantener sometida a una sociedad. El gobierno mantenido a base de miedo es el gobierno idóneo para manipular la información y el ocultamiento de aquello que pueda liberar a la consciencia humana; la exo, del griego=fuera, y política, del griego= lo que conviene a la Polis o a la Ciudad, en éste caso al Mundo, es lo que se plantea un movimiento activista al estilo de Voltaire, que diseña la apertura de los gobiernos a una vida de convivencia con una sociedad a nivel Universal. Más información puedes obtener en la página www.exopolitics.com donde más de dieciséis países integran una red Internacional para el desencadenamiento de la consciencia humana.

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