viernes, 23 de diciembre de 2016

Arte a la vuelta de la Urbe

Por: Daniel Alejandro Barradas de Ita.

Fuente de imagen:
Óclesis:
puesta en escena de Diván de Hugo Coronel
Dirección y actuación: Ángel Vega 
Domingo por la tarde, doy un paseo por el centro con la familia; caminando por la calle del Carolino me encuentro con un grupo de personas observando un espectáculo, escucho que aplauden y piden más, es ahí cuando volteo y observo a un grupo de actores exponiendo su trabajo, sí justo ahí, en la calle, y es cuando decido parar a observarlos, se ve interesante, atractivo a la vista, pero sobre todo impresionante. Una joven tocando una flauta transversal, con un buen ritmo, que aún tarareo en mi memoria, un chico con rastas, marcando el ritmo de la flauta con una percusión, y otro amigo, observando a su compañero cómo se entrega al espectáculo; él ya había participado anteriormente.
Me quedo más tiempo del planeado, y observo, deleito mi mirada con un espectáculo callejero, sí, un espectáculo callejero, pero impresionante; escucho los aplausos de los demás y me contagio de la alegría; aplaudo el siguiente acto, y me pregunto, ¿cómo puede mantener ese equilibrio?, por un instante pienso que se caerá aquel equilibrista, cambio mi pensar, y sigo aplaudiendo, sigo el ritmo de la gente, pero, sobre todo, sigo observando aquel espectacular acto.
Arte callejero, arte urbano, artes circenses, sí, es arte, es un espectáculo al aire libre, a media calle, a medio centro, pero, sobre todo, un amor al arte. Me encuentro con malabaristas, equilibristas, acróbatas aéreos, todo tipo y variedad de actos, todo tipo y variedad de actores, jóvenes, de más edad, tatuados, de clase media y alta, todos unidos por una misma pasión, las artes circenses.
Conocidos, amigos y hermanos, terminan formando una familia, una familia que, unida como las mejores, son hermanos de calle y de artes; todos ellos, todos los actores, músicos y circenses, son una familia. Formada en los teatros, circos, gimnasio y en la calle, ellos me recuerdan que la familia no es aquella de sangre solamente.
Termina el actor, todos aplaudimos a un solo sonido, y con una sonrisa nos agradece aquel joven equilibrista, nos dirige unas palabras, y nos recuerda que lo que ellos hacen es una pasión que llevan por dentro, nos pide nuestro apoyo, y con gran alegría damos de nuestro bolsillo una cooperación, que sin molestar a nadie, dejamos a ese grupo de jóvenes, por habernos presentado una obra, y por haber compartido, un arte más de la urbe conocida.
Tomo mi camino de vuelta, y con la familia, tomamos paso a nuestro destino programado, cruzamos palabras de alegría y sorpresa por un acto bien realizado. Nuevo camino tomamos, y más arte me encuentro, a la vuelta de la urbe.

Dedicado a aquellos actores urbanos y profesionales de las artes circenses.







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