Éter
Por: Leo Zepeda
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Fuente de imagen: http://infosphere.cenart.gob.mx/artistas/32 |
Tengo 87 minutos en el pasto del parque que está a
5 calles de mi casa, tengo 8 años, y me gusta estar sentado en el pasto, más en
este parque, y a esta hora; son las 9 am, no hay un sol que me queme y el aire
sopla fuerte pero no es frío. No tengo una madre que se preocupe por mí ni un
padre que me dé ordenes que no entiendo y realmente no quiero cumplir, nadie me
impone nada ni nadie me enseña nada que yo no quiera, o que realmente necesite
aprender, podría asegurar que todo lo que soy lo soy por mí mismo, sé que no
todos pueden decir eso y mucho menos a esta edad.
Últimamente
he pensado muchas cosas, como lo hago siempre; he pensado en qué hacer para
comer mañana, también en que necesito otros zapatos, lo que más me inquieta es
qué hacer para seguir siendo yo mismo en unos años, no todo va a ser tan cómodo
siempre, no quiero llegar a una edad en la que me sienta cansado y abrumado por
la vida, no quiero seguir órdenes ni trabajar para ganar un poco de dinero y
poder darme algunos lujos que esencialmente no necesito.
No
creo en la cultura de mi país, ni en las fechas extranjeras que celebramos como
navidad, o el día del amor y la amistad, o la llamada noche de brujas, no creo
que las fechas nacionalistas como el día de muertos ni el día de la
independencia ni la revolución, no creo en vestirme de charro ni glorificar la
imagen del hombre colonizado, estoy consciente de que culturalmente mi país es
muy vacío, su gente es muy tonta y por eso mismo hace ya tres vidas que no
celebro nada de eso, lo que me tiene un poco consternado es que no sé por qué siempre vuelvo a nacer en este
país, tampoco sé porque soy el único que parece recordar sus anteriores vidas.
Este
parque en el que tanto me gusta estar está lleno de árboles grandes con ramas
delgadas y flores color lila, en esta época del año llenan el piso de sus
flores y todo se ve color lila y muy hermoso, creo que se llaman jacarandas, no
estoy seguro, recuerdo que en otra vida eran los árboles favoritos de una mujer
que amé, me la volví a encontrar en otras vidas, algunas veces bien y otras
mal, el problema es que yo no he podido olvidar nada.
No
sé exactamente cuántos años tengo, sé que he vivido muchas vidas, no sé
cuantas, una vez alguien me dijo que se podía saber cuántas vidas tenía un alma
según las líneas que tiene la mano justo junto al dedo pulgar, yo tengo muchas,
no las recuerdo todas pero si tengo imágenes borrosas de algunas, igual no creo
que eso sea importante hoy, soy muy feliz, soy un niño, no sé si sea
inteligente o superior a los demás pero algo he aprendido.
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