lunes, 15 de julio de 2013



S/T 2004. Grabado
Isis Samaniego

Isis Samaniego o el engaño del ojo [1]
Conrado Zepeda Pallares

“Mi castración siempre ha sido imaginada, un hombre me perturba y se introduce en mi cuerpo poco más o menos a las tres de la mañana, anda en mis zapatos y se pasea por los jardines; se esconde en el pozo de mis ojos y juega a seducir a la niña de mis adentros.”
Edipo, Isis Samaniego Y Valencia

El engaño del ojo, define así Baudrillarc al arte en Seducción. Con esta afirmación establece la supremacía “femenina esencial” del acto creativo sobre la masculina, en cuanto que la percepción masculina se encuentra más en contacto, más en sintonía con la realidad, mientras que la manera de ver de las mujeres es más simulada, envolvente y oscura. La seducción es el arte de las mujeres, es la vida de las mujeres, la “manera” (la Gran Manniera, el gran estilo en italiano), el gran hallazgo de la creación humana y del acto creador humano. Para la pintora Isis Samaniego el arte es una provocación de realidades que son “realidades” pero que todo mundo quiere ver otra cosa: Así cuando dibujo una mariposa, es una puta “mariposa” y nada más y cuando escribo una mariposa quiero decir una “mariposa”.
Isis Samaniego Y Valencia García nos revela en entrevista ciertas ensoñaciones, reflexionadas en autocrítica, en su pintura y escritura. Originaria de Río Blanco, Veracruz: Cuna del movimiento obrero y cuna de mi origen subversivo, la pintora vivió en los poblados importantes circunvecinos, así, Córdoba, Orizaba, Ciudad Mendoza, Nogales y Jalapa fueron auditorio de sus palabras y de sus dibujos: Siempre me gustó dibujar y escribir, siempre fui una escribana, poeta no, porque La Poesía, con mayúscula, es una superioridad que sólo encontré fusionando palabra e imagen. En los primeros años de la década de los 90 del siglo pasado comenzó a estudiar en la Escuela de Artes de Jalapa pero me corrieron al medio año, fue en el DF. donde encontré lo que buscaba (...) Llegas al DF, el gran rollo es ser quienes somos y estamos en escena, es un problema “ser artista” en México pero “ser artista mujer” es impasable. En la Escuela Superior de Comercio y Administración del Instituto Politécnico Nacional Isis llegó a trabajar a la prefectura en 1998 después de haber estudiado Contaduría Pública entre Orizaba y Jalapa: Ahí hice mis primeras exposiciones colectivas, siempre me patrocinó el Instituto, en mi pueblo nunca habría llegado a la Torre de PEMEX, por ejemplo (...) En el DF aprendí que “sólo quien se mueve, sale en la foto” (...) En el DF sí hay una buena apertura, hay mucha gente que es luchona y eso promueve que “tú seas”, aunque déjame decirte que si no eres, en ninguna parte vas a ser”.
En la Ciudad de México conoció a Juan Soriano con su exposición de esculturas monumentales en el zócalo: Ha sido uno de los artistas que más me ha impactado, Juan Soriano “es”, expone lo que siente y expone lo que es, a pesar de sus años y de su homosexualidad sabe cómo moverse porque sabe cómo ser. Algo que siempre admiro de la gente es su capacidad para ser niño y Juan Soriano nunca ha dejado de serlo. En 2000 tuvo su primera exposición individual en el Teatro Ignacio de la Llave, recinto artístico de Orizaba, dos años después fue invitada para una exposición individual en la ciudad de Puebla entre febrero y marzo: Recuerdo muy bien el último día porque era el día de la mujer, al ver toda mi obra en esta ciudad, decidí quedarme aquí y aquí sigo. En agosto de este mismo año, Isis Samaniego ingresa a la Maestría en Ciencias Sociales con énfasis en Ciencias de la Cultura de la Universidad Autónoma de Tlaxcala e impartida por la Universidad Autónoma Metropolitana – Iztapalapa: No sabes lo interesante que resultó ingresar a una maestría donde los enfoques son otros de los administrativos. En mi vida me había topado con el tal Bourdieu ese, o con los filósofos alemanes, vaya que fue bueno enfrentarme con todo.
Samaniego Y Valencia concibe la pintura como la oportunidad idónea para alcanzar lo inefable, aquello que la escritura sólo esboza, asimismo considera la pintura como una fuente inagotable catártica y purificante, que abre y enfrenta: Siempre he sido muy tímida, cuando creo que ya no tengo palabras y éstas no bastan tienes las manos para completarlas, para terminar lo que no dijiste. Eso te deja muy en paz. Cuando los sueños son pesados, y despiertas como cansado el cansancio de las manos te hace el sueño más ligero. Aún si no tuviese manos, tengo la boca para seguir redactando, aunque otros crearan con las manos lo que yo digo.
Nuestra artista cree que la literatura y la pintura están íntimamente ligadas: Paul Klee tiene razón, “todo empieza con un punto y una línea”. La pintura es una gran poesía visual. Desde el inicio de la pintura hubo poesía. La escritura en mí se vuelve una obligación cuando empiezo a enamorarme, pero no de cualquiera. La gente que se enamora de cualquiera no escribe, pero nosotros, Conrado, nosotros nos enamoramos y entonces escribimos por necesidad.
Isis cree que su arte no es feminista porque choca con las categorías de la diferencia y del conflicto de ésta: Soy una mujer que trata de dar una salida al concepto súper deteriorado de la masculinidad. Mi pintura de mujer, creada por una mujer aspira a incluir lo masculino, no creo en las diferencias. Así, la estética perfecta humana no está en el cuerpo de una mujer ni en la de un hombre, está en el cuerpo de un adolescente, de un joven sin desarrollo pleno. Pero además la estética no está en el físico, está en la puta cabeza.
Por último Isis nos comparte sus “presencias” del arte contemporáneo y reflexiona en torno a éste: Mi fuerte ha sido el surrealismo y el cubismo, adoré desde el inicio a Picasso y a Dalí, y tú puedes verlo. Ahora quiero ser con mi arte, mi gente. El arte contemporáneo está muy deteriorado, no hay nada que no se haya hecho ya en los sesenta, en los cincuenta, en los cuarenta y puedo ir más atrás. Recuerda a Danton: “el arte ha muerto”. Aunque no creo que haya muerto del todo, de hecho creo que todos quieren estar en el arte, pero tanto quieren estar que se sacan unas cosas, que bueno... Yo quiero que la gente me entienda, que cuando dibujo un niño con un caracol, la gente diga “Ah, es un niño con un caracol”. Las lecturas, las otras lecturas del arte ya estarán en otra parte, en los que accedieron a otros conocimientos. Yo no quiero la misma gente en mis exposiciones. Pierre Bourdieu nos dice que si la gente no tiene el capital cultural de cualquier modo entiende al arte. Todos queremos estar en el arte. Pero ¿por qué buscar lo que no somos? Yo quiero ser mi gente sin caer en el simplismo del folklore, quiero ser la conjugación de lo que soy: surrealismo y dualidad.
Isis Samaniego engaña al ojo y el espectador o lector se pregunta ¿quién es esta artista con aspecto indescifrable? En Edipo, relato sentido hasta lo paroxístico, la artista afirma que ella es la historia de su relato, la provocación de la duda, la creación de la duda en la gente, aunque cuando dibuje un niño con un caracol la gente crea que es un niño con un caracol. Isis es la pintora del engaño del ojo, la que se imagina con la incertidumbre del ojo y la urdimbre que crea: En esta historia me imagino, lo supongo. Edipo venció al padre; el cuerpo nunca se encontró, nadie supo a dónde fue, desapareció después de la tragedia. Tengo miedo porque yo lo veo en mis sueños, en el espejo donde me asomo, y hasta desnuda me intimida con su cinismo de tocar mi cuerpo que no es el suyo. Sólo te lo contaré a ti… Edipo cree que soy yo.

Cuetlaxcoapan, 11 de febrero de 2005



[1] Entrevista realizada el 11 de febrero de 2005 a la pintora en su apartamento en el centro de la ciudad de Puebla, antigua Cuetlaxcoapan.

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