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S/T 2004. Grabado Isis Samaniego |
Isis Samaniego o el engaño del ojo [1]
Conrado Zepeda Pallares
“Mi castración siempre ha sido
imaginada, un hombre me perturba y se introduce en mi cuerpo poco más o menos a
las tres de la mañana, anda en mis zapatos y se pasea por los jardines; se
esconde en el pozo de mis ojos y juega a seducir a la niña de mis adentros.”
Edipo, Isis Samaniego Y Valencia
Edipo, Isis Samaniego Y Valencia
El
engaño del ojo,
define así Baudrillarc al arte en Seducción.
Con esta afirmación establece la supremacía “femenina esencial” del acto
creativo sobre la masculina, en cuanto que la percepción masculina se encuentra
más en contacto, más en sintonía con la realidad, mientras que la manera de ver
de las mujeres es más simulada, envolvente y oscura. La seducción es el arte de
las mujeres, es la vida de las mujeres, la “manera” (la Gran Manniera, el gran estilo en italiano), el gran hallazgo de la creación humana y del acto creador humano. Para
la pintora Isis Samaniego el arte es una provocación de realidades que son
“realidades” pero que todo mundo quiere ver otra cosa: Así cuando dibujo una mariposa, es una puta “mariposa” y nada más y
cuando escribo una mariposa quiero decir una “mariposa”.
Isis Samaniego Y Valencia
García nos revela en entrevista ciertas ensoñaciones, reflexionadas en
autocrítica, en su pintura y escritura. Originaria de Río Blanco, Veracruz: Cuna del movimiento obrero y cuna de mi
origen subversivo, la pintora vivió en los poblados importantes
circunvecinos, así, Córdoba, Orizaba, Ciudad Mendoza, Nogales y Jalapa fueron
auditorio de sus palabras y de sus dibujos: Siempre
me gustó dibujar y escribir, siempre fui una escribana, poeta no, porque La
Poesía, con mayúscula, es una superioridad que sólo encontré fusionando palabra
e imagen. En los primeros años de la década de los 90 del siglo pasado
comenzó a estudiar en la Escuela de Artes de Jalapa pero me corrieron al medio año, fue en el DF. donde encontré lo que buscaba
(...) Llegas al DF, el gran rollo es ser quienes somos y estamos en escena, es
un problema “ser artista” en México pero “ser artista mujer” es impasable.
En la Escuela Superior de Comercio y Administración del Instituto Politécnico
Nacional Isis llegó a trabajar a la prefectura en 1998 después de haber
estudiado Contaduría Pública entre Orizaba y Jalapa: Ahí hice mis primeras exposiciones colectivas, siempre me patrocinó el
Instituto, en mi pueblo nunca habría llegado a la Torre de PEMEX, por ejemplo
(...) En el DF aprendí que “sólo quien se mueve, sale en la foto” (...) En el
DF sí hay una buena apertura, hay mucha gente que es luchona y eso promueve que “tú seas”, aunque déjame decirte que si no eres, en
ninguna parte vas a ser”.
En la Ciudad de México
conoció a Juan Soriano con su exposición de esculturas monumentales en el
zócalo: Ha sido uno de los artistas que
más me ha impactado, Juan Soriano “es”, expone lo que siente y expone lo que
es, a pesar de sus años y de su homosexualidad sabe cómo moverse porque sabe
cómo ser. Algo que siempre admiro de
la gente es su capacidad para ser niño y Juan Soriano nunca ha dejado de serlo.
En 2000 tuvo su primera exposición individual en el Teatro Ignacio de la Llave,
recinto artístico de Orizaba, dos años después fue invitada para una exposición
individual en la ciudad de Puebla entre febrero y marzo: Recuerdo muy bien el último día porque era el día de la mujer, al ver
toda mi obra en esta ciudad, decidí quedarme aquí y aquí sigo. En agosto de
este mismo año, Isis Samaniego ingresa a la Maestría en Ciencias Sociales con
énfasis en Ciencias de la Cultura de la Universidad Autónoma de Tlaxcala e
impartida por la Universidad Autónoma Metropolitana – Iztapalapa: No sabes lo interesante que resultó ingresar
a una maestría donde los enfoques son otros de los administrativos. En mi vida
me había topado con el tal Bourdieu ese, o con los filósofos alemanes, vaya que
fue bueno enfrentarme con todo.
Samaniego Y Valencia
concibe la pintura como la oportunidad idónea para alcanzar lo inefable,
aquello que la escritura sólo esboza, asimismo considera la pintura como una
fuente inagotable catártica y purificante, que abre y enfrenta: Siempre he sido muy tímida, cuando creo que
ya no tengo palabras y éstas no bastan tienes las manos para completarlas, para
terminar lo que no dijiste. Eso te deja muy en paz. Cuando los sueños son
pesados, y despiertas como cansado el cansancio de las manos te hace el sueño
más ligero. Aún si no tuviese manos,
tengo la boca para seguir redactando, aunque otros crearan con las manos lo que
yo digo.
Nuestra artista cree que
la literatura y la pintura están íntimamente ligadas: Paul Klee tiene razón, “todo empieza con un punto y una línea”. La pintura es una gran poesía visual. Desde
el inicio de la pintura hubo poesía. La escritura en mí se vuelve una
obligación cuando empiezo a enamorarme, pero no de cualquiera. La gente que se
enamora de cualquiera no escribe, pero nosotros, Conrado, nosotros nos
enamoramos y entonces escribimos por necesidad.
Isis cree que su arte no
es feminista porque choca con las categorías de la diferencia y del conflicto
de ésta: Soy una mujer que trata de dar
una salida al concepto súper deteriorado de la masculinidad. Mi pintura de
mujer, creada por una mujer aspira a incluir lo masculino, no creo en las
diferencias. Así, la estética perfecta humana no está en el cuerpo de una mujer
ni en la de un hombre, está en el cuerpo de un adolescente, de un joven sin
desarrollo pleno. Pero además la
estética no está en el físico, está en la puta cabeza.
Por último Isis nos
comparte sus “presencias” del arte contemporáneo y reflexiona en torno a éste: Mi fuerte ha sido el surrealismo y el
cubismo, adoré desde el inicio a Picasso y a Dalí, y tú puedes verlo. Ahora
quiero ser con mi arte, mi gente. El arte contemporáneo está muy deteriorado,
no hay nada que no se haya hecho ya en los sesenta, en los cincuenta, en los
cuarenta y puedo ir más atrás. Recuerda a Danton: “el arte ha muerto”. Aunque
no creo que haya muerto del todo, de hecho creo que todos quieren estar en el
arte, pero tanto quieren estar que se sacan unas cosas, que bueno... Yo quiero
que la gente me entienda, que cuando dibujo un niño con un caracol, la gente
diga “Ah, es un niño con un caracol”. Las lecturas, las otras lecturas del arte
ya estarán en otra parte, en los que accedieron a otros conocimientos. Yo no
quiero la misma gente en mis exposiciones. Pierre Bourdieu nos dice que si la
gente no tiene el capital cultural de cualquier modo entiende al arte. Todos
queremos estar en el arte. Pero ¿por qué buscar lo que no somos? Yo quiero ser
mi gente sin caer en el simplismo del folklore, quiero ser la conjugación de lo
que soy: surrealismo y dualidad.
Isis Samaniego engaña al
ojo y el espectador o lector se pregunta ¿quién es esta artista con aspecto
indescifrable? En Edipo, relato
sentido hasta lo paroxístico, la artista afirma que ella es la historia de su
relato, la provocación de la duda, la creación de la duda en la gente, aunque
cuando dibuje un niño con un caracol la gente crea que es un niño con un
caracol. Isis es la pintora del engaño
del ojo, la que se imagina con la incertidumbre del ojo y la urdimbre que
crea: En esta historia me imagino, lo
supongo. Edipo venció al padre; el cuerpo nunca se encontró, nadie supo a dónde
fue, desapareció después de la tragedia. Tengo miedo porque yo lo veo en mis
sueños, en el espejo donde me asomo, y hasta desnuda me intimida con su cinismo
de tocar mi cuerpo que no es el suyo. Sólo te lo contaré a ti… Edipo cree que
soy yo.
Cuetlaxcoapan,
11 de febrero de 2005
[1]
Entrevista realizada el 11 de febrero de 2005 a la pintora en su apartamento en
el centro de la ciudad de Puebla, antigua Cuetlaxcoapan.
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