martes, 20 de noviembre de 2012


Incubus, canto primero del no sé
Por: Mauricio Ruiz “El Brazo”
Texto publicado en la Revista Óclesis número 6


Obra gráfica de Gustavo Mora
Si seguimos así, un día me filtraré por el resquicio de la puerta y te observaré mientras duermes. Desnuda como acostumbras, pura como no te he conocido. Después me asombraré al ver tus pezones erizados. ¿Estás soñando que me besas? Te preguntaré entusiasmado de mí mismo.
Ya dentro de tus sábanas blancas, me acostumbraré al sonido de tu respiración, ese tacto del aire y tu pecho, ese oleaje de respiración tranquila, nada malo pasa, pues muy bien, duermes pasiva. De pronto una idea: Acercaré mi boca a la tuya y recitaré poemas, y tú respirarás mis palabras, las sumergirás dentro de ti, extraerás la vida, la fruta y el amor de mis versos. Exhalarás mis reproches, mis desplantes, mi arrogancia y mi veneno.
Pero si seguimos separando nuestros caminos, te juro que desesperado, te haré el amor mientras duermes sin que te des cuenta y al final, el agotamiento me derribará en la cama a un lado tuyo, dormiré sereno, feliz, completo, pues tal vez, sólo tal vez, algún día me permitas despertar dentro de ti.
-Carlos, despierta- él escucha una aguda voz, mientras una mano delgada lo mueve insistente.
-¿María?
-No… Adriana.


No hay comentarios:

Publicar un comentario