jueves, 5 de junio de 2014

Precio

Por: Juan Daniel Baleón Flores

Un viejo de pizarrón se me metió manchado, preciso y reticente en mis pupilas justo en la hora en que la voz de la gran obesa deshojaba la margarita: -tú no has pagado, tú ya, tú no has pagado, tú ya, tú te sales, tú ya pagaste…

-¡Que pinche suerte de cabrón soy, pinche Juanito! ¡Te estás mamando completo y sin pausa $20000 barotes y de paso estos babosos están a tus pies, chamacos pendejos, hijo de pobre pendejito! Sin pintura, y sin esas pinches computadoras que sirven para ni madres, ¡que cabrón soy!

-Salgan a ceremonia- Don Alzheimer mueve lento el rabo, gesticula lento y rabioso tres palabras que le recuerden que es hombre entre niños, traje entre uniformados, directivo entre alumnos. El muro se vuelve a levantar, el viejo Comte también.
   
 Aplausos, voucher, contratos rodeaban territoriales la vieja guardia de “maestros” que de piel grieta y shampoo ego, perfumaban la patética realidad de haber cortado en su ultima expedición devaluatoria, un grueso de cabecitas tan jugosas que ni la ternura, ni la humedad, ni la última de las tarjetas navidadeñas pudieron rasguñar aunque sea un poco la buena y eficaz decisión de volver a demostrar quien manda en el feudo-escuela.

La mesa potestad de los exquisitos intercambian saludos, sonrisas de satisfacción de haber ejercido con toda devoción el poder –Estimada prefecta, no lo hubiéramos logrado sin usted-. Ay señor director es gracias a usted que esta labor educativa  es digna de admiración y respeto.

La gran obesa en su gorda nube.

-Como es bruto el viejito culero, está viendo que su cerebro ya ni jala y se atreve a decirme el muy imbécil qué tengo que hacer con estos mierdas haraganes, si de por si todos saben que la que lleva los pantalones soy yo. Vieja pero chingona, a huevo, cobrando y chingando. (El programa desde arriba también aplaudiendo)

-Estimados maestros es importante que no nos olvidemos de hacer entender a los alumnos que nos deben de respetar, de que si la sociedad está como está, es porque no se ha entendido que estamos en un momento en que la gente se está volviendo por un camino donde las buenas maneras… donde se pide no se…(chingaos ya se me fue otra vez).

El lumpemproletariado bostezando, el ring redentor y la patria salva de nuevo al Alzheimer.
  
La merienda de las 12 del día no es suficiente.

El terrón de azúcar con su cabecita de cartón indica que es momento de asistir hoy lunes a aclamar nuevamente a la bandera. Todos solidarios patriotas uniformados, rodeamos con nuestro amor a las piernas de la buenota de Margarita, Sofía, Belén, Karla, Silvia, pero sobre todo las de la castrosa reina del acné alta  y responsable: Francis Julián  Juárez Pek.

 Luego de los aplausos y de lamernos el bigote, somos llevados de vuelta al palomar a hundir obedientes y sin remilgos la osamenta en el salón A de la tierra del 2 + 2= 4.

– Francis pasa lista a tus compañeros.
El goloso del Hernández “el robocop” ardía en el motel Avia entre su esponja arriba del vientre y su desangelada sonrisa, intentando con piruetas estilo huracarrana vertir tantos meses de acoso en la vagina mas deseada por los comensales de corbata azul y gel del gorila; al tiempo en que paseaba su luminoso  saco blanco de manta por los pasillos del salón, dictaba bien erecto mirándose al espejo del techo, con el magistral rojo haciendo llorar el acrílico con la mano.

-El CPU es unidad principal,  los gráficos sirven para resumir en un dibujo toda una serie de datos que, presentados solos, resultan fríos y poco expresivos. Una clase de modelo lógico de bases de datos que tiene una estructura arborescente. Un registro se subdivide en segmentos que…

El homo sapiens es invadido como el pan de cada día, por un ejército de datos, formulas, conceptos, que dan como saldo perfecto un cartel terciopelo, donde el honor se estampa en letras garigoleadas y menciones como estrellas de jardín de niños. Algo se ha ganado. Mientras tanto las manos húmedas de tres terceros dejan caer sus alas al compás de esa vieja “tal cual” la “exactamente como está escrito” del “diez es sólo para el maestro”, las sogas están listas, el mercenario también.

Hoy es viernes, eso alivia la redada, el rito conceptual de tratarnos como estúpidos, de acelerarnos el ritmo cardíaco y ensombrecer con nombres extraños el panorama azul de la libertad. El festival de pistolas de Dylan está a punto de llegar a su fin. 1:29 p.m.

-Recuerden jóvenes que el viernes 9 se vence el pago de la colegiatura.

¿Sabes Belén? Allá en la esquina de mi casa existe un lugar bien chido para vivir, y con lo que gano en el café nos alcanza para escaparnos de una vez por todas.
-De verdad que sí, la simétrica y la historia de este viejo cascarón sólo me abren heridas ¡pinche contradicción! 

Somos todos testigos de cuatro besos robados en la verja, de las rupturas del Checo y la Toña, donde nuevamente la deshoja margarita vuelve a instalar la guillotina ligera de eso que estresa, de eso que quita, de eso que aniquila, de eso que tanto preocupa, de eso que impide de manera regular que lo regular baje y llegue. El temblor se expande en los pétalos: la hija del  vocho, en el que vive solo, en el hijo del divorciado, en la mirada fugaz del adorador de Rockdrigo…

-¡Qué pinche suerte de cabrón soy, pinche Juanito! Esto va que vuela para Universidad.

1:31 p.m. los mapas vuelven a quedarse solos, el hambre insatisfecha. La voraz penumbra termina por hoy, el espasmo de los pétalos también.



No hay comentarios:

Publicar un comentario