La
virgen de los sicarios
Por:
Esther Sánchez[1]
Fuente de imagen: https://www.flickr.com/photos/78010698@N06/7002816248/ |
Los
ángeles portan pistolas y rosarios cuelgan de sus cuellos, ésta es la ideología
misma que se tiene en Medellín, una ciudad corrompida, pisoteada y pintada de
sangre, donde todos hacen justicia con su propia mano. Es la realidad de muchos
y la ruleta de la muerte de todos. . . . .
Ya que estamos condenados a vivir así, entre matadero de gente, entre
personas “justicieras” capaces de matar
hasta la madre que los parió.
Quiero
escribir por la única razón de expresar lo que siempre se ha callado, de
lo que ha muchos emociona y de otros es la perdición. La
delincuencia, el narcotráfico lo que ante ojos de todos son los prototipos que
muchos jóvenes tienen pensando ser, “buchones” gente de poder que presumen de
sus millones y que muchos artistas o cantantes les componen corridos, a esos
personajes llamados “narcos”, son lo que para estas alturas representan el
héroe, el que todo lo puede, pero que hay detrás de ellos, gente buena que se
volvió codiciosa corrompida por el dinero, gente humilde que no tenían ni dónde
caerse muertos, ahora lo tienen todo, yo no me baso en cifras porque las cifras
mienten, yo lo veo y veo jóvenes de mi edad que están tan involucrados en el
narcotráfico, tan perdidos en las drogas. Pero ¿cuánto les dura el gusto de
tenerlo todo?, dos meses, un año, dos años y medio. Si bien les va y si no
terminan como piñatas colgados de los puentes o en bolsas negras pagando las
traiciones, pagándole a la muerte por todo lo que le debían.
He
visto a niños de once a doce años portando cuernos de chivo, los he visto
repartir “la mercancía” de los patrones, a estos niños se les perdió la
inocencia, se les fugo la idea de un futuro. ¿Pero qué paso? ¿Cuándo fue que se
perdió el respeto a los pequeños? ¿Qué les ofrecieron para que ellos hayan
aceptado tratar con la muerte?
Pero
a quién va a importarle si cada que vemos las notas rojas sobre los muertos,
las fosas clandestinas, sobre tantos niños siendo halcones de los sicarios y
siendo abatidos por un ajuste de cuentas, si se les olvida cada que pasa una
tonta novela o un estúpido partido de futbol. Muy pocos los que podemos ver más
allá de nuestras narices, muy pocos los que sabemos qué tan cruda es la
realidad en un país y somos muy pocos los que creemos que la muerte en vez de
ser lo más temido, es ahora la liberación a las opresiones de una sociedad
infestada de la peor vasca que la madre tierra pudo haber creado, que fuimos
nosotros los prejuiciosos humanos.
¡Pero!
Aún confío en que algún día y si es que no me atraviesa un pedazo de plomo por
mi cabeza, ver que la sociedad deje de ser consumista de todo lo malo, de todo
lo que entorpece, y se pasen a ingerir historias de 350 páginas.
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