sábado, 26 de enero de 2013


“Grave error”
Por: Isis Samaniego
Óclesis

Han habido veces en que no quisiera leer un periódico; en que he cerrado los ojos y los oídos para que la realidad no me llame a cuentas; hay veces, que la abrupta necesidad de ganarme el pan cierra toda posibilidad de soñar y de leer  en los labios lo cotidiano que cruza por la calle.
Me opongo a abrir los ojos en mi inmune planeta, pequeño y escindido de los otros mundos; la intricada jungla que crece a mi alrededor está llena de letras y poesía y literatura con la cual protejo la felicidad de ser un ser inhóspito, intocable y misántropo.
Mas no por cerrar los ojos este mundo muda de ropas, ni por tapar mis oídos se hacen sordos: “grave error”. La historia sigue corriendo y está sujeta al tiempo y a las circunstancias de cada movimiento. He tratado de alejarme de las malas noticias, de los malos agüeros, pero mi país es la cuna  de éstos.
Los malos gobiernos creen que la historia se nos olvida, que los días de guardar traerán consigo paz, ojalá y este pueblo tan muerto de hambre y de justicia no se duerma en sus laureles.
Fuente de imagen: http://www.pisitoenmadrid.com/blog/2009/01/el-error-de-la-obviedad/

Oaxaca esta ahí y los derechos individuales, sociales y políticos de este estado han sido violados sistemáticamente, tanto por el gobernador repudiado como por el gobierno legitimado en un fraude.
En este instante que escribo, se siguen violando los derechos de alguien, se está criminalizando a hombres y mujeres por pedir un cambio de gobierno; alguien más recibe ciento veinte tiros en el cuerpo como saldo de negocios mal habidos; un diputado especula con la tierra de los ejidos y otros muchos diputados se niegan a dar a conocer su declaración patrimonial.
Este es el país al cual me niego, donde día a día perfecciono mi mutismo y la garganta se torna afónica en un grito desesperado y sin palabras, donde el silencio empieza su reinado con otro año más de impunidad, donde los de arriba se niegan a dar voz a los sin voz y niegan reconocer que hay un rechazo a las políticas neoliberales que han depredado al país y ha toda Latinoamérica. Ojalá la resistencia popular sobreviva y dé cuentas y dignidad a la lucha que por más de quinientos años el pueblo ha sobrellevado.
Ni perdón ni olvido para nuestros desaparecidos y muertos, seguridad para los observadores de los derechos humanos en Oaxaca y en todos los estados de la República Mexicana. Cumplimiento a los acuerdos de San Andrés Larraizar. A trece años del levantamiento zapatista.
Lo sabemos: todos los verdugos han utilizado uniformes y dentro de un puño hay odio y resentimiento; esperando tras una institución, puede haber cobijadas miles de pesadillas y dentro de este gobierno hay muchas afrentas que cobrar, porque el tonto del pueblo no voto por él.

“Todos ellos tienen sed de venganza y de sangre, y la alegría de verterla es la que les mantiene en pie, por muy cansados y rendidos que se encuentren”.

                                                                  Oscar Wilde, “ego te absolvo”

Por eso quisiera cerrar las páginas de este diario y cerrar los ojos sin escuchar la guerra que esta floreciendo en las catacumbas de este pueblo, tapar mis oídos a esos gritos de rebeldía y construir mis paredes de libros, de esos donde te enseñan a soñar y no prestar mis oídos a gritos sordos.
“Grave error”, el mundo no se para, si cerramos los ojos.


Texto publicado en Momento Diario. Enero de 2006.

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