RECETA
LITERARIA (NO ES UNA SOPA DE LETRAS)
Sobre el mantel como hojas de papel, tomemos
la tinta
Por: Gilberto González Morán.
![]() |
Fuente de imagen:http://www.leopl.com/contenido-especial/9329/marco-agusto-quiroa-artista-destacado-en-formalibro-multiarea-nivel-2-unidad-15 |
Ingredientes (4 porciones):
·
250 gr. de habas secas, de esas
que cuelgan de los poros, trescientos kilos de aire lunar
·
1 cebolla en estado depresivo, capaz
de arrancar los 100gr de felicidad de un servidor
·
1 diente de ajo fusilado por un
batallón en Macondo
·
Perejil.
·
Harina.
·
Polvo para hornear calles o
estrellas.
· Comino.
· Sal (preferentemente marina o sino
sal provinente de los besos extraviados en las recámaras de algún Motel.
·
Aceite de Oliva o de Teresa,
dependiendo del gusto.
Preparación
· Se pelan las habas desechando la
capa gruesa que las protege y se dejan en remojo con agua durante unas seis
horas. Mientras Uno Puede visitar las avenidas de un cuerpo desnudo o bien
aburrirse en el desierto de algún libro de superación personal, sólo en casos
extremos. De preferencia inventar la muerte de uno mismo.
· Se ponen en una batidora junto al televisor mitómano y se les añade la
cebolla previamente pelada y troceada, un manojo de perejil, el diente de ajo sin piel, sin zapatos y sin
reclamo alguno ( total es parte de la vida), una cucharadita de comino en
polvo, sal a gusto y una pizca de polvo para hornear.
· Una vez que la mezcla tenga
consistencia literaria o de puré se vierte en un refractario y se deja durante
un rato en un lugar cálido para que aumente.
· Cuando esto ocurra, se le añade un
par de cucharadas de harina que se mezclan bien con la pasta de habas y se van
formando pequeñas bolitas y palabritas (no mayores que el tamaño de una nuez
grande cada una), y se vuelve a dejar que repose la preparación durante unos
veinte minutos; los cuales pueden invertirse a la noble profesión de la
masturbación, luego las bolitas se pasan
por harina.
Freír y a la mesa.
· En un sartén hondo se pone a
calentar aceite de oliva y la venganza de aquel amor que pudo vivir sin nosotros, debe alcanzar la
temperatura exacta.
·
El grado de calor del aceite y del
discurso debe comprobarse siempre que se vaya a freír,
· Se van echando las bolitas de esta
mezcla y, a medida que estén doradas, se recogen, previamente con una charla
(obviamente).
Se sirven calientes en una bandeja y se escriben
aderezadas de sueños al borde de la realidad
No hay comentarios:
Publicar un comentario