lunes, 6 de agosto de 2012

Arte y política


Gilberto González Morán
Óclesis
            Si  bien es cierto que podemos hablar de un arte político, la belleza de este no radica en la crítica o en la justificación hacia un régimen. El arte político no escinde  la forma del contenido. Me parece oportuno hacer una distinción entre arte político y propaganda; la propaganda no tiene pretensiones estéticas, su objetivo principal es transmitir un determinado mensaje de la manera más clara, precisa y enfática. El panfleto propagandístico tiene como fin estimular lo sentimientos de los espectadores mediante técnicas de comunicación más simples; el arte político, sabe que antes de convencer hay que conmover, pero además se da cuenta que en vez de adoctrinar hay que ilustrar.
Imagen extraída de
http://luduran.wordpress.com/2008/05/19/cristina-en-el-campoarte-y-politica/
El  arte político es, sin duda, la manifestación más directa y enfática de la relación dialéctica  entre la praxis artística y el contexto histórico en donde nace y se desarrolla.
Los orígenes del arte político están en la era clásica y quizá en el teatro. El mejor ejemplo es Eurípides, cuyas tragedias como las Troyanas, reflejan los sentimientos más agudos de la guerra, y los problemas que puede desatar un hombre ambicioso por el poder como Agamenón. No podemos olvidarnos, ya en el siglo XVI, del Lazarillo de Tormes que de manera aguda hace una critica a los grupos de poder como la iglesia y la propia nobleza. Podríamos hacer una lista interminable del desarrollo del arte político, sin embargi este artículo no pretende hacer un estudio diacrónico del arte.
El arte y la política difícilmente pueden separarse, pues el arte surge en un contexto social y difícilmente puede negar su origen. A si,  por ejemplo, en la novela contra revolucionaria de Milán Kundera los problemas de invasión Soviética a Checoslovaquia, de espionaje, de totalitarismo, sólo son el marco - como el propio autor señala en su libro el arte de la novela-  de las historias a contar. 
En esta era posmoderna el arte ha perdido identidad, ha estas altura ¿quién podrá definir al arte o la poesía?, Roger Bartra en su libro ¿para que sirve la poesía? nos plantea la imposibilidad de definición del arte, de esta manera creo que nos enfrentamos a nuevas teorías estéticas; a pesar de esto creo que la crisis social  está arrasando con el arte, pues en este tiempo de la relatividad se ha permitido que cualquier expresión, incluso carente de reflexión y de forma sea denominado arte. En esta era la conservación de orina en vasos de ensayo se les denomina expresión artística. Habrá realmente un significado profundo en este tipo de expresiones o solo son el reflejo de una sociedad decadente y mediatizada. Concluimos, pues, con la necesidad de crear nuevos tipos de teorías estéticas para poder entender y distinguir el arte contemporáneo de la ocurrencia espontánea


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