Óclesis. Víctimas del Artificio

Exploradores Estéticos Monologantes

ÓCLESIS: Número 2, Año 1.

Por: Dra. Aída Nadi Gambetta Chuk

Título: Buscadores de Energía. Tirsso Castañeda,

“Me atrevo a dar el consejo de escribir porque es agregar un cuarto a la casa de la vida”. “El estilo es el tiempo. Hay que saber esperarlo.” les confiaba, sabiamente, Adolfo Bioy Casares a Félix della Paolera y a Esther Cross, en 1988.(1) Uds., autores de ÓCLESIS, también, sabiamente, están esperando el estilo, escribiendo.

Los poetas son prestidigitadores de la palabra, magos de la invención, hermeneutas tercos en su sisífica tarea de enunciación creativa, que buscan nuevos modos procedimentales y encuentran correspondencias donde nadie las ha visto antes y logran síntesis aléphicas de mundos posibles.



Tengo el honor de compartir este momento literario con Uds., escritores de ÓCLESIS y público lector. Me complace felicitarlos calurosamente, con mucho afecto y los mejores deseos de perpetuación literaria. Bienvenido sea, en este fin del año 2005, el número 2 de ÓCLESIS, plaquette que invita a la lectura de lectores también ocléticos, con dibujos-manchas muy sugeridores en blancos, grises y negros. El diseño está a cargo de Laura Zamora Arriaga; a la Edición la realizó de Patricia Cruz de la Fuente y  la corrección es tarea bien cumplida de Conrado Zepeda Pallares.

 

Título: Transformador Vital. Tirsso Castañeda.



La Editorial describe el instinto y conjetura sobre su carácter y sus posibles funciones en la vida y en la creación literaria. En una tirilla vertical se juega con la ambigüedad semántica porque el micro texto puede ser leído en más de un sentido, además de suscribir los textos contenidos en este número 2 de OCLESIS: “Por instinto dejamos que nos consuman”.



“Instinto Lobo” de Flor García Dávila es un poema con elementos biográficos en torno al instinto, que dibuja un kaligrama como un laberinto. “Cafila Cuadrada” de Gilberto González Morán es un texto narrativo tetrapartito. Texto erótico con paisaje nocturno lunar y música de Stravinski, con argumento no explícito donde el narrador cambia de máscaras, desde una primera persona, que se desdobla en dos imágenes especulares: la de la mujer seductora y la de la seducción del escritor. Isis Samaniego y Valencia es autora del poema “Mujer-pez”, suscrito por la línea poética de Walt Whitmann y auto exaltación, a través del arte, con tono whitmaniano, del yo lírico individual. A Miguel Ángel Vega le pertenece el texto intitulado “Monólogo77”, reflexión sobre el deseo, sine qua non de la vida y del arte. “Un junio de Dos mil cinco”, autografiado con el seudónimo de Prófugo, reflexiona sobre el tiempo y la memoria, siempre indisociables, vital y artísticamente. “La danza aprendida de las estrellas” por Malale y todos los ritmos, firmado por Conrado Zepeda Pallares, sobre el Cántico Cósmico de Ernesto Cardenal: una lectura atenta, apasionada y explícita en torno a las múltiples e implícitas relaciones entre la música y la danza. “Réquiem sobre el quehacer” es un poema reflexivo-existencial de Karina Fascinetto Zago. El último texto en el orden de la revista, firmado por Ocléticos no sólo es un trabajo colectivo, sino también una toma de posición ideológico- estética grupal que no niega individualidades, desde la literatura a las artes plásticas y viceversa. Retrato emocionado de Tirsso de Castañeda. La evocación amical se cierra con un poema dedicado al “amigo pintor y niño eterno”, mientras Dios no ha muerto, nietscheanamente, porque Dios sólo “está amodorrado”.



Sin título. Tirsso Castañeda



Es difícil hacer una síntesis y tal vez no sea requerida, pero los lectores, preferencias de por medio, tendemos a cooperar, a recordar “in totto”, el número de un revista. Este número 2 de ÓCLESIS, que reúne diversos textos literarios que están nucleados en torno al deseo y al instinto, revelan trabajo intenso, preocupación de los escritores por escribir bien y porque lo escrito manifieste individualmente las reflexiones personales y los temas filosóficos y literarios largamente conversados por el grupo de amigos, de estos escritores a los que aprecio como exploradores estéticos monologantes, pero siempre convocados por la iluminadora, crítica e imprescindible interlocución entre pares.

(1) Cfr. Bioy Casres a la hora de escribir Edición de Esther Cross y Félix della Paolera, Buenos Aires, Tusquets, 1988.

Puebla, 27 de noviembre de 2005